Aunque durante muchos años Uruguay fue llamada como la 'Suiza sudamericana' por su reducido tamaño y su estabilidad económica, la realidad es que allí ni hay montañas ni temperaturas para que caiga un copo de nieve. Con este currículum no es de extrañar que la bandera del país no ondee en unos Juegos Olímpicos de Invierno. No obastante en Nagano 1998 participó con un corredor en el Slálom
Se trata de Gabriel Hottegindre, un joven que por aquel entonces contaba con 18 años. Su padre es francés, pero su madre es uruguaya, lo que le dio el pasaporte olímpico bajo la bandera maternal. Vivía en Chamonix, y su padre como gran aficionado a los deportes de invierno, le enseñó a esquiar a los 2 años. Luego el chaval siguió en los clubes de la zona y hasta llegó a competir.
Entonces se les ocurrió que podrían participar en todo unos Juegos Olímpicos. Pidieron permiso a la Federació uruguauya, y tras asegurar que no irían a hacer el ridículo, sino que haría una actuación decente, les permitieron ondear la bandera uruguaya en Nagano. La realidad es que no lo hizo nada mal. Salieron 65 corredores a competir. Como suele ocurrir en estas pruebas, muchos acabaron descalificados, pero Gabriel Hottegindre pasó la segunda manga, y finalmente quedó en el puesto 24.
Pues bien, ahora Uruguay quiere volver a estar en Pekín 2022. Apenas quedan 9 meses, pero están determinados a intentarlo. A diferencia de Nagano-98, ahora para ir a unos Juegos Olímpicos, tiene que llevarte la Federación Nacional del deporte que quieras competir. En este caso tiene que haber una de Deportes de Invierno. El coordinador del área de deporte federado de la Secretaría de Deportes, Eduardo Ulloa, aseguró hace unos días a la cadena de televisión Teledoce, que esto ya se está gestionando.
Aunque el problema es que una de las exigencias del COI, es que quien vaya a participar, tenga unos puntos mínimos. Para que no vuelva a ocurrir lo del famoso 'Eddy the Eagle', aquel albañil inglés que se presentó al trampolín de los Juegos de Calgary de 1988 sin saber prácticamente saltar. Pero como en Uruguay no hay montañas, están tratando de participar en algunas competiciones que se hagan este invierno en Chile o Argentina.
Lo que sí tienen es entrenador. Joaquín Gallinal, que es uruguayo, pero se formó en Nueva Zelanda y es el presidente de la Asociación de Ski y Snowboard de Uruguay, creada en 2018.
Y finalmente queda lo más importante: los corredores. Y en un país sin montañas nevadas el esquí y el snowboard no son populares. Gallinal ha afirmado que
"Por ahora no hay nadie de Uruguay para participar, pero sí hay un argentino que quiere venirse a vivir a Uruguay, está compitiendo a nivel mundial y vamos a ver si podemos hacer que esa persona sea la indicada para competir y tenerlo de referente"
La cosa parece complicada, pero el Gobierno tiene un as en la manga. Con el objetivo de contar con mayor cantidad de corredores para participar en eventos internacionales, en representación de Uruguay, el gobierno prepara un decreto para que deportistas de élite puedan adquirir la nacionalidad en menos tiempo que lo habitual, que será remitido desde la Secretaría de Deportes a Presidencia.