Para entender aún mejor la situación, nada mejor que ver esta mapa, donde a la izquierda vemos las calles de Salt Lake City, y a la derecha las estaciones de esquí, las cuales están conectadas a la ciudad por las dos carreteras (Big y Little Cottonwood Canyon):
Como se puede ver, un montón de buenas estaciones a poco más de una hora conduciendo en coche... siempre y cuando no sea fin de semana o periodos festivos. Entonces esa carretera, los 21 kilómetros de Little Cottonwood Canyon se colapsa para exasperación de los esquiadores. Además, al estar esas dos estaciones encajonadas entre dos valles, no hay mucho espacio ni para construir ni para crear aparcamientos. Así que muchos de sus clientes duermen a varios kilómetros de las pistas, lo que crea un gran movimiento de vehículos, y además luego tienen problemas para aparcar.
Lo que debía ser un maná económico, con tantas buenas estaciones agrupadas tan al lado una de la otra que casi se podrían conectar entre ellas, está siendo un quebradero de cabeza para el Departamento de Carreteras de Utah, que si además todo esto, coincide con un día de nieve polvo recién caída y riesgo de avalanchas, entonces se crea la madre de todos los embotellamientos.
Hace muchos años que se busca una solución. Dada la orografía del terreno, encajonado al fondo de un cañón, es imposible hacer una autopista, así que sigue ahí esa carretera de dos carriles. Se pensó en su momento crear una compleja red de túneles y puentes, lo cual se desestimó por inviable económicamente, e incluso hace unos pocos años se presentó un proyecto llamado One Wasatch para unir las propias estaciones. También en algunos puntos con túneles. Hubiera sido el mayor dominio esquiable de Norteamérica, y quizás de los más grandes del mundo. Pero se quedó en el papel, y de todas aquellas conexiones solo se llegó a hacer la de Park City y Canyons, porque ambas estaciones pasaron a manos de Vail Resorts, que las unió con el telecabina Quiksilver.
Descartada la conexión entre estaciones, y más en un panorama actual en que muchas de ellas se han concentrado en manos de dos grandes empresas rivales, Vail Resorts y Alterra Mountain Co., los ojos vuelven a como solucionar el tema de la carretera.
Hace unos meses el Departamento de Transportes de Utah presentó tres propuestas con su coste (en millones de dólares):
- Poner más autobuses lanzadera desde Salt Lake City (283 millones)
- Poner más autobuses lanzadera y construir un carril exclusivo para el bus (470 millones)
- Instalar un telecabina desde Salt Lake City + bus lanzadera (393 millones)
De todas las propuestas la que más impactó en los esquiadores y muchos empresarios ligados al sector, fue la del telecabina. Un nuevo remonte siempre gusta mucho. Pero la instalación de este aparato conlleva más contras que pros. Y es que dado que no hay sitio para construir aparcamientos en ese cañón, la zona de estacionamiento se construiría unos kilómetros más abajo, donde los pasajeros montarían en un bus que le dejarían en la terminal de salida del telecabina. Y de allí, a Alta o Snowbird vía transporte por cable. Desde luego, una combinación nada apetecible, por lo que se dio casi por descartada.
Pero resulta que un particular que tiene un complejo de restauración y alojamiento a la entrada del cañón, ha informado que tiene que hacer una profunda remodelación a sus instalaciones, y que está dispuesto a reservar parte de sus terrenos para, no solo colocar la base del telecabina, sino para poder construir un gran aparcamiento con 1.546 plazas, algunas subterráneas y otras en superficie.
Se trata del dueño de Lacaille, un espacio con restaurante y salas para eventos con aire muy francés, donde hay jardines y alojamientos. Es muy escogido entre los recién casados para hacer sus banquetes, ya que luego se pueden hacer fotos en el exterior y pasar su noche de bodas en alguna de las casas con alojamiento.
Aunque las propuestas ya estaban presentadas para su evaluación de impacto ambiental, la Ley pide que se presenten más alternativas en caso de que las haya, aunque sea posterior a la presentación de las primeras opciones. La comunidad de esquiadores y las propias estaciones se han volcado con esta nueva idea, y está recibiendo muchos apoyos, aunque de momento el Departamento de Transportes de Utah todavía no se ha pronunciado.
En caso de aprobarse este proyecto, la capacidad de transporte aumentaría notablemente desde los 1.050 personas/hora de la primera propuesta del telecabina+bus, a los más de 4.000 pasajeros/hora. La velocidad además sería de 8 m/s, la más alta que se puede dar a un remonte. Esto permitiría sacar de la carretera hasta 10.000 personas en las días pico de turistas.
El trayecto se dividiría en dos segmentos, aunque el viaje sería continuo ya que las puertas de las cabinas no se abrirían hasta llegar a la estación de esquí de Snowbird al cabo de 27 minutos (frente a los 46 del primer proyecto), o para los que quieran seguir hasta Alta Ski Area, cinco minutos más. En total, 13,6 kilómetros de longitud que ofrecería una gran experiencia a los pasajeros y turistas, al poder sobrevolar el cañón mientras se observa el paisaje y además se tardaría lo mismo o algo menos que en coche y aparcar.
Por supuesto, los viajeros podrán despedirse definitivamente de atascos, más allá de colas puntuales a la hora de coger el telecabina, y tampoco tendrán que sufrir por si cortan la carretera por riesgo de avalanchas. También será una gran opción para que los ciclistas puedan llegar hasta esas estaciones en verano.
La empresa que tiene más números de llevarse el proyecto es Dopplemayr, ya que tiene su sede de Norteamérica en Salt Lake City y es a quien se ha pedido que haga un primer estudio de costes.
El proyecto en Datos:
- Estación salida: Lacaille
- Estaciones de llegada: Alta Ski Area y Snowbird Ski Resort
- Estaciones sin parada: Wasatch Angle Station; Tanner Angle Station, Superior Angle Station.
- Longitud: 13,6 kilómetros
- Tiempo de viaje: 27 minutos a Snowbird), y 32 a Alta Ski Area
- Velocidad: 8 m/s
- Capacidad transporte: 4.000 pers/hora
- Llegada cabinas: cada 30 segundos