En diciembre de ese mismo 2008, el ayuntamiento de Ponferrada presentó un proyecto para modernizar y ampliar las instalaciones de El Morredero, que de tan ambicioso que era, quedó parado sin poder llevarse a cabo. La intención era renovar los remontes, con la instalación de algún telesilla, y ampliar la superficie esquiable hasta los 14 kilómetros de pistas.
Pocos años después, cuando ya se vio que el proyecto era inviable, desde otros colectivos se pidió una apertura más sencilla, con algunos remontes para dar servicio a la actual superficie esquiable. Se llegó incluso a licitar la colocación de una cinta de transporte de esquiadores que fue adjudicada a la empresa Casli de Madrid, pero tampoco hubo acuerdo definitivo, con lo que este remonte se devolvió al propietario.
La realidad es que tampoco se sabe bien a quien pertenece los terrenos donde está la estación de esquí, e incluso no se sabe ni quien tiene la llave de la caseta, así que el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento, comandado ahora por el PSOE al sustituir al PP, ha decidido retirar las instalaciones que quedan allí arriba para que no se estropeen más, degraden el medio ambiente y que puedan causar un daño a algunas personas en un futuro.
No se descarta hacer algo allí arriba algún día, pero una estación de esquí ya tienen claro que no.