Aquí van nuestros 7 consejos de los chicos de http://www.lifeinwhiteadventures.com para sobrevivir en una furgoneta Camper en invierno:
Este tip es para los más trasteros, ya que nosotros lo somos, especialmente una que yo me sé…..después de viajar miles de kilómetros en Campers en invierno, te das cuenta que no usas demasiada ropa de calle, ya que subes a la montaña, bajas y te pones a cocinar o te relajas en la furgo y te pasas toda la tarde con los pantalones interiores y como mucho sales a cenar.
Así que con una muda de calle tienes más que de sobra, ya que como mucho usas la ropa una hora al día…, ropa interior y calcetines a fondo, que así no pierdes el tiempo en buscar lavanderías.
Durante muchos años no disponíamos de este maravilloso sistema, pero una vez te acostumbras a él no puedes volver atrás. Es una gran diferencia a nivel de confort, secado del material, descanso, etc. ¡¡¡La recomendamos con los ojos cerrados!!! Webasto y Eberspächer son las dos marcas a considerar, hemos usado las dos y van estupendamente.
Si no tenéis una, ya veréis que la primera noche que durmáis con ella, ya la daréis por amortizada. Y si no os la podéis permitir o aun no os decidís, no os olvidéis de las bolsas de agua caliente, que siempre funcionan. Eso sí, comprobad que no estén pinchadas, os lo decimos por experiencia.
Sé que parece algo obvio pero en un espacio tan pequeño el orden es crucial. La verdad es que pasar un buen tiempo en una Camper te ayuda en tu vida cotidiana, ya que si te acostumbras a vivir con poco espacio, gastando poca agua, gas, etc. Cuando vuelves a tu casa, te das cuenta de lo que tenemos y usamos de más sin necesidad.
La cantidad de ropa que tienes a día de hoy, con la que podríamos vestirnos con la mayoría por el resto de nuestras vidas sin comprar ni una prenda más, la cantidad de agua que usamos, en una Camper te das cuenta de lo que puedes alargar 30 litros, cuando en una casa normal gastas cientos de litros innecesariamente.
Aprendamos de nuestra vida en Camper, nos ayudara mucho en nuestro día a día.
Hay lugares como Japón, que parece que fueron diseñados para viajar en furgoneta. Es el destino donde más fácil es encontrar baños limpios, los hay por todas partes y con inodoro con chorrito y taza calentita. También se encuentran por todos lados las piscinas de agua caliente o aguas termales, ellos los llaman Onsens, algunos son gratuitos, otros de pago a unos precios muy razonables y os aseguramos que os dejan nuevos después de un buen día de powder y os abren el apetito para cenar un buen Ramen.
En otros destinos, lo que hacemos es siempre buscar piscinas públicas, piscinas de hoteles que permiten el acceso a no clientes o simplemente tiramos de duchas de amigos ;) Hoy por ti, mañana por mí.
Por muy cocinillas que seáis, olvidaros de hacer platos muy elaborados. Dejad esos Callos a la madrileña o lasaña de setas y espinacas para otra ocasión. En la furgoneta platos sencillos, que alimenten y que no ensucien mucho.
Una vez más nos olvidamos que las recetas más sencillas son muchas veces las más ricas, así que tirad de imaginación y ponedle freno a la fritanga, por vuestra salud y para no ir apestando a bar de Cádiz por la montaña ;)
Especialmente en invierno la previsión de suministros es vital. Parece un consejo de tu abuelita, pero es que casi siempre, por no decir siempre, nuestros mayores tienen mucha razón. ¡¡¡La experiencia es un gran amigo!!! Depósito de combustible siempre lleno, incluso cuando estás a medio tanque, si te cruzas con una gasolinera, llenadlo. Agua, tres cuartos de lo mismo, además, cuanto más lleno tengas el tanque, más le cuesta congelarse.
Lo mismo con la comida, nunca sabes si te va a apetecer quedarte 3 días seguidos en el parking de la estación sin moverte, así que siempre cargaditos de comida. Y por supuesto, no os esperéis a que las aguas grises estén a tope, porque seguro que el día que empiece a rezumar por el desagüe será en plena tormenta del siglo, ¡¡¡así que id vaciándolas!!!
Este consejo es para todo el año, no solo para el invierno. Y es un consejo que viene del error que hemos cometido en nuestras primeras aventuras por querer conocer demasiados lugares en un solo viaje, cosa que te hace pasarte un mes entero conduciendo sin parar y dejándote el culo cuadrado!
Es lo que nos pasó en mi segundo viaje a Sudamérica, 4 amigos, muchas ganas de explorar y algún iluminado, probablemente yo, que dijo: “Ya que estamos en Santiago de Chile, vamos a Ushuaia, ¿no? Total, solo son 3200 Km….”Lo que vendría a ser la distancia entre Barcelona y Helsinki pero por carreteras, si les puede llamar así, no demasiado agraciadas.
De ese viaje tengo muy buenos recuerdos, pero también recuerdo las miles de horas que pasamos recorriendo la Patagonia en es esa maldita Hyundai H100 que nos dio mucha guerra... Como hemos dicho en la introducción: ¡¡¡Menos es más!!!
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