La situación se veía venir. Francia lleva cuatro años consecutivos perdiendo días de esquí vendidos. Esta temporada un -1,5% menos que la campaña anterior. No obstante los ingresos se han mantenido estables, en linea de lo que se venía facturando en inviernos pasados. Para Domaines skiables de France, la asociación que engloba a las empresas y entidades que gestionan los remontes y pistas de esquí, el problema ha sido en esta ocasión el retraso en la llegada de las nevadas. En muchos casos, en estaciones situadas a baja y media altitud, no llegaron hasta el mes de enero.
En Francia las estaciones que reciben menos nieve de lo habitual, tienen derecho a una indemnización al estar subscritas a al seguro Nivalliance. Este año son unas 50 las que tienen derecho a cobrar, es decir, un 25% menos que la temporada pasada, cuando se acogieron 72 complejos invernales. Entre todas ellas cobrarán 1 millón de euros aproximadamente.
Austria también ha tenido una temporada complicada en cuanto a meteorología, pero por una parte no la ha sufrido de la misma manera, y por otra lleva varios veranos realizando fortísimas inversiones, especialmente en remontes. No es raro que cada año se instalen media docenas de estos modernos aparatos equipados con asientos de cuero, calefactados, capota, elementos de seguridad automatizados, sistemas anti-vaivén,etc... Cada uno de estos telesillas supera los 10 millones de euros, y alguno viene firmado por estudios de diseño como Porsche o Pininfarina.
Domaines skiables de France ha afirmado no obstante que la situación actual es buena, y recuerda que en los años '90 se vendían 35 millones de jornadas, y que desde entonces siempre se han mantenido por encima de los 50 millones de días de esquí vendidos.
El crecimiento llegó a su punto álgido en la campaña 2008-2009, cuando destronó a Estados Unidos al facturar 58,5 milones de días de esquí. Entonces llegó la crisis y empezaron a bajar las ventas. Desde entonces los americanos han mantenido el liderato, mientras Francia seguía en segunda posiciín, con Austria creciendo sin prisa pero sin pausa.
La decisión se tomó después de que en los '80 se vivieran varios inviernos con escasas nevadas. Tanto el Gobierno como el sector buscaban establecer un "fondo de la nieve" para mitigar las situación cambiante del clima, a veces con resultados fatales para esta industria del esquí.
El estado dejó de cobrar las tasas por la venta de forfaits de acceso a los remontes, a cambio de que se creara este fondo de protección que se bautizó como Nivalliance.
El sistema solo era viable si el 95% de las estaciones se suscribían. En este punto, las estaciones situadas en cotas más altas y por tanto menos expuestas a los caprichos de la meteorología, se comprometieron a suscribir jugando una carta de solidaridad. Fue determinante, porque 20 de ellas son las que ingresan el 60% del fondo.
La mutua está además garantizada por las compañías aseguradoras AXA (50 %), AGF (30 %) y CGNU (20 %) con Swiss Re como reaseguradora. El presupuesto anual es de 3,29 millones de euros. De ahí tienen que salir las indeminizaciones y los costes del mantenimiento de la mutua. En caso de un desastre económico debido a la falta de nieve, las empresas de remontes recibirán un máximo del 12% de la facturación calculada sobre la media de los últimos cinco años. Si la situación es óptima, las aportaciones hacen crecer el fondo, y cada cuatro años se hacen cuentas. De momento han cerrado todos los años con beneficios.
1.- Estados Unidos: 54,7 millones
2.- Austria : 52,1 millones
3.- Francia: 51,1 millones