El evento de 2016 fue la primera parada de la Copa del Mundo en la costa Este de Estados Unidos desde que Waterville Valley fuera la anfitriona de los mejores esquiadores del mundo en 1991. Para ver algo parecido en el estado de Vermont aún nos tenemos que remontar mucho más atrás, hasta 1978, cuando Stratton organizóun par de carreras del 'circo blanco'. Por eso cuando Killington logró adjudicarse el Gigante y el Slálom femenino para esta temporada, todas las miradas estaban expectantes. En los últimos años solo las estaciones de Colorado (Vail/Beaver Creek y Aspen) estaban organizando pruebas de este calibre.
Pero llegó el día y Killington lo tenía todo preparado. Sin pararse a mirar predicciones meteorológicas, varias semanas antes comenzaron a fabricar nieve a destajo. La estación de Vermont tiene uno de los sistemas de producción de nieve artificial más potentes del mundo. Beaver Creek se la jugó a la carta de la meteo para preparar sus pistas, y este año le salió mal. No nevó lo suficiente y tuvieron que anular la prueba.
Aspen por su parte acogió las finales de la Copa del Mundo esta temporada, pero la FIS ya se ha quejado de que no tiene unas instalaciones acorde a un evento de este calibre. Los corredores y técnicos tienen que acceder al portillón de salida mediante un vetusto telesilla de dos plazas, lento y poco fiable. Todos rezaron para que una racha de viento más fuerte de lo habitual no apareciese en los cinco días de carreras.
La FIS les ha dicho ahora que hasta que no cambien ese remonte no tendrán más carreras. Y la situación tiene para largo. La ciudad, la estación y el propietario de un hotel, no se ponen de acuerdo en cuanto al lugar en que debe salir ese nuevo telesilla. El establecimiento hotelero está dispuesto a pagarlo entero si sale desde su edificio. La estación encantada con la idea, pero el Ayuntamiento, esquiadores y ciudadanos quieren que salga desde la calle principal de Aspen, como pasaba desde antaño. Claro que en este caso el hotel lógicamente dice que no lo paga.
Así que como la organización fue muy buena, la asistencia excelente, y en Apen andan a la greña, la FIS ha decidido adjudicar a Killington dos ediciones más de Copa del Mundo. La de la próxima temporada 2017-2018 y la de 2018-2019. Lo tienen que ratificar el próximo 28 de Mayo en la conferencia que tendrá lugar en Portoroz, Slovenia. Pero Powder Cop, propietaria de la estación ya ha anunciado que tiene su apoyo, así que nadie duda que la Federación dará la adjudicación a los de Vermont.