Jim Satloff y Dan Chalfant son dos grandes aficionados al esquí, tanto que incluso se diseñaban sus propias tablas. Habían hecho incluso algún modelo para algunos amigos. En 2003 se fueron a la Snowsports Industrie of American, la feria que una vez al año reúne a los principales actores de la industria del esquí y snowboard en Estados Unidos. Un certamen donde se pueden ver todas las marcas tanto de material duro como textil. Es la réplica a la ISPO que en Europa se organiza cada mes de febrero en Munich. Ahora la cita americana se ha trasladado a Denver desde hace cinco años.
En 2003 estos dos amigos fueron a la SIA cuando se organizaba en Las Vegas. La ciudad situada en mitad del desierto llevaba reuniendo desde hace años a todo el mundo que pintaba algo en la industria de los deportes de nieve. Los visitantes podían combinar la visita profesional con la de ocio en los casinos de esta población.
En una de estas noches los dos entraron a uno de los casinos. Lo hicieron con solo 300 dólares. La intención era que Jim enseñara a Dan a jugar a los dados. Y quizás por la suerte del novato o porque estaba escrito en algún lado que esa noche era la suya, salieron de allí con nada menos que 30.000 dólares. En lugar de gastárselo todo organizando un "Resacón en Las Vegas", decidieron recoger los bártulos y largarse a casa rápidamente. Tenían un sueño que por fin podían cumplir: Tener su propia marca de esquís. Y ya eran libres de hacerlo.
Liberty Skis nació con esa idea en Avon, Denver, desde donde parte un telecabina directo a las pistas de Beaver Creek. La idea fue todo un éxito, y el dinero muy bien invertido. En los últimos cinco años llevan creciendo a un espectacular ritmo del 20% anual. Hace poco recaudaron 2,2 millones de dólares de inversores privados y quieren llegar a los 3,5 millones.
Y no parece que vaya a haber problema, porque venden más de lo que pueden fabricar en su fábrica de Shenzen, China. Afirman preferir producir allí porque así están más cerca del bambú, su materia prima principal por ser "ligero y duradero". En Avon tienen un almacén que se les quedó pequeño, así que alquilaron otro en Denver, más cerca del aeropuerto para dar salida a su material. En total su plantilla es de tan solo 10 empleados a tiempo completo, lo que les permite también obtener beneficios desde hace años.
Liberty Skis vende en 20 países y solo en Estados Unidos venden su material en mas de 100 tiendas. Satloff afirma que tienen margen para seguir creciendo al mismo ritmo gracias a especializarse en tres segmentos: el esquí freeride, ski de montaña y esquis femeninos. Sus esquís salen a un precio de entre 400 a 720 dólares según su página web. Son precios contenidos porque afirman que no se gastan dinero en marketing y cuidan al minorista para que recuerden al cliente su marca.
Otra de las razones por las que están creciendo es por un cambio generacional. De la misma manera que los más jóvenes están abandonando Facebook porque allí están sus padres, tampoco van a querer esquiar con las mismas marcas que sus progenitores, "No vas a esquiar con lo mismo que tu padre", afirma....