En estos 16 años se ha gastado la friolera de 250 millones de euros, especialmente en modernizar las instalaciones de transporte por cable. Kitzbühel cuenta actualmente con un parque de remontes de última generación, donde abundan los telesillas con calefacción, asientos de cuero y capota panorámica a los que se les ha ido añadiendo un elemento cada vez más demandado, el wifi gratuito.
Tampoco se ha olvidado el sistema de nieve artificial. Se han sustituido la mayoría de aparatos por otros de nueva generación, así como añadido de nuevos. Especialmente fue importante la operación realizada en la pista del emblemático Descenso de Copa del Mundo, donde se invirtió más de 5 millones de euros, solo en asegurar la nieve en ese trazado, eje principal del fin de semana de las Hannnenkamm Races.