Castellet, tres veces olímpica en Turín'06 (Italia), Vancouver'10 (Canadá) y Sochi'14 (Rusia), dentro de dos años optará a medalla en los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur).
¿Que objetivos tienes para esta temporada 2016-2017?
"El objetivo siempre son los Juegos Olímpicos, pero para llegar a ellos tienes que hacer las Copas del Mundo previas; y si me las puedo costear, obviamente el objetivo siempre serán los Juegos. Pero si hablamos a corto plazo, entreno para conseguir la ronda que me vaya a dar el oro en los Mundiales de Sierra Nevada el próximo mes de marzo. Y ese es mi objetivo ahora."
¿Competir en casa es mejor o ejerce mayor presión?
"Que los Mundiales sean en Sierra Nevada, en España, no me provocan una presión añadida. Al contrario, serán una motivación máxima, porque normalmente siempre ando fuera. Y ésta será una oportunidad para que la gente que me sigue me pueda ver competir en casa"
¿Cual es tu planificación de preparación para la próxima temporada?
"Arranco en agosto, cuando vaya a Japón a entrenar en seco el Big Air, una disciplina que he añadido recientemente al halfpipe, en la que en febrero logre un tercer puesto en la Copa del Mundo disputada en Quebec (Canadá) y para la que se necesita mucho compromiso.
Luego a finales de agosto o principios de septiembre, la idea ir a Australia para pillar el final de la temporada en el hemisferio sur, que para saltar es lo mejor, porque el riesgo es menor. Después, glaciares suizos. Y es posible, a pesar de que ya no se disputa el Dew Tour que también vaya a Estados Unidos, puede que a Breckenridge (Colorado), antes de que arranquen las pruebas de la Copa del Mundo, en diciembre.
Luego a finales de agosto o principios de septiembre, la idea ir a Australia para pillar el final de la temporada en el hemisferio sur, que para saltar es lo mejor, porque el riesgo es menor. Después, glaciares suizos. Y es posible, a pesar de que ya no se disputa el Dew Tour que también vaya a Estados Unidos, puede que a Breckenridge (Colorado), antes de que arranquen las pruebas de la Copa del Mundo, en diciembre.
Después del fallecimiento el año pasado, del neozelandés Ben Jolly (su pareja y su técnico desde que tenía 19 años) se entrena ahora a las órdenes del australiano Benjamin Bright, hermano de Torah, campeona olímpica de 'halfpipe' en Vancouver 2010 y medallista de plata en esa disciplina en los Juegos de Sochi, hace dos años,
"Lo conocía. Fue él el que se ofreció a entrenarme y le dije que tendríamos que probar, primero, porque a mí me gusta entrenar con un entrenador sola, ya estoy acostumbrada a esto, más que integrarme en un equipo. Me fui a Nueva Zelanda, probamos, nos fue bien. Y la verdad que estoy contenta.
Tras la muerte de Ben Jolly no sabía qué hacer. La parte del deporte y la parte de mi vida se desconfiguró totalmente. Hasta que no pasó un tiempo no sabía qué hacer, me convencieron familiares y amigos de que tenía que volver a la montaña. Fue allí donde conocí a Ben.
Por esa misma razón tienes que seguir, darle la vuelta. No sabía si me iba a venir mal o bien hacerlo. Y fue una buena idea, me devolvió la sonrisa subir de nuevo a la montaña. Mejor afrontar los retos y las dificultades con algo que te gusta, que hacerlo con algo que no te guste o apasione.
La verdad es que la segunda Copa del Mundo de la temporada pasada coincidió con su cumpleaños. Y tenía miedo que me fuera a dar un bajón. Pero no fue así. Lo que me dio fue motivación. 'Tengo que hacerlo por él', pensé. Y así fue desde ese momento".
Tras la muerte de Ben Jolly no sabía qué hacer. La parte del deporte y la parte de mi vida se desconfiguró totalmente. Hasta que no pasó un tiempo no sabía qué hacer, me convencieron familiares y amigos de que tenía que volver a la montaña. Fue allí donde conocí a Ben.
Por esa misma razón tienes que seguir, darle la vuelta. No sabía si me iba a venir mal o bien hacerlo. Y fue una buena idea, me devolvió la sonrisa subir de nuevo a la montaña. Mejor afrontar los retos y las dificultades con algo que te gusta, que hacerlo con algo que no te guste o apasione.
La verdad es que la segunda Copa del Mundo de la temporada pasada coincidió con su cumpleaños. Y tenía miedo que me fuera a dar un bajón. Pero no fue así. Lo que me dio fue motivación. 'Tengo que hacerlo por él', pensé. Y así fue desde ese momento".
