El cierre de la operación ya fue avanzado ayer por César Alierta, miembro de una de las familias que conforman la sociedad compradora. El ex-presidente de Telefónica confesó ante los medios de comunicación que su deseo era conseguir el relanzamiento de las estaciones del valle del Aragón y la creación de un espacio único para la nieve en el Pirineo aragonés que convertiría a la zona en la mejor para la práctica del esquí en España y en una de las mejores de Europa.
La apuesta de la nueva sociedad con la operación de compra a Etuksa de la mayoría de las acciones de Candanchú se orienta a modernizar las instalaciones de la estación para conseguir su relanzamiento turístico.
La junta general de accionistas de Etuksa aprobó la operación de venta tras varias anualidades sumando pérdidas en la explotación a causa del empuje de la estación de Astún, pero también por las del grupo Aramón, a quien Etuksa había intentado previamente vender las instalaciones. El holding, onstituido por el Gobierno aragonés e Ibercaja, desestimó finalmente la operación.