Cuenta la leyenda que un gigante tropezó y derribó el muro de rocas que protegen el cálido valle verde, del helado viento del norte, dejando paso a la nieve en invierno, mientras que de los escombros que quedaron emergió el Matterhorn, una imponente mole de forma piramidal que hipnotiza a todo aquel que la ve por primera vez... y al que va repetidamente.
La forma del Matterhorn, Cervino como se le llama en el lado italiano, ha hecho que se haya convertido en todo un icono de la estación. Un objeto de deseo tanto de fotógrafos, que esperan verlo reflejado en las cristalinas aguas del lago Riffelsee; como de los esquiadores, que quieren disfrutar de los cerca de 250 kilómetros de pistas balizadas observando la imponente pirámide. Y los montañeros! En invierno es muy visitado, pero en verano desde Mayo a Octubre también tiene una afluencia mas que notable, cuando sus calles quedan limpias de nieve y los amante de la montaña pueden dar rienda suelta a sus pies a través de los centenares de kilómetros de senderos.
El Matterhorn fue siempre una obsesión desde la década de 1850, cuando los escaladores británicos visitaron el país para conquistar los Alpes suizos. Con la ayuda de guías locales, los picos fueron conquistados con rapidez, hasta que sólo quedaba uno: el Matterhorn. Un invencible Santo Grial, una montaña embrujada creada por un gigante. Le tomó ocho intentos tomar la cima al Inglés Edward Whymper. E Incluso así, su ascenso victorioso del 13 de julio 1865 terminó en tragedia. Cuatro escaladores encontraron la muerte después de que una cuerda se rompiera en el descenso.
Puestos un poco en escena de lo que significa estar aquí, de lo que significa llegar, estas son cinco cosas (de las tantas que hay) que se debería hacer cuando uno visita Zermatt, teniendo en cuenta que además, es un pueblo sin coches. Los vehículos a motor están prohibidos, y todas las calles son peatonales.
Como hemos visto el pueblo tiene mucha historia. Hay que conocerla de primera mano!. Visita indiscutible, el Museo del Matterhorn. Allí podrás ver una visión fascinante de la vida de este pueblo del Valais, el montañismo, de como se ha desarrollado el turismo a lo largo de los años, y de como el Matterhorn ha ido atrayendo a la gente. También hay pases de cortometrajes, entre ellos el de la tragedia de la conquista del pico. La entrada cuesta unos 9€, y permite pasar una tarde de apré-ski perfecta.
También es interesante pasar por el cementerio de la iglesia. Es un escalofriante recordatorio del Matterhorn asesino. Las lápidas evocan el sueño roto de montañeros de todo el mundo que han muerto en las gigantescas montañas gigantescas de Zermatt.
Uno no se puede ir de Zermatt sin probar alguno de los numerosos platos locales que ofrece, sobre todo la fondue y raclette.
La Fondue es la más conocida, y consiste en mojar pan y a veces carne en un caldero burbujeante de queso. Pero hay que tener cuidado con la tradición suiza. Si un hombre pierde un trozo de pan en el queso, tiene que comprar una botella de vino. Si le pasa a una mujer, ella tiene que besar al hombre situado a su izquierda.
La Raclette en Zermatt se compone de carnes y embutidos locales curados, un plato de queso y patatas a la parrilla, acompañado de un postre de piña y Kirsch.
A partir de aquí existen otras posibilidades como la carne a la parrilla sobre un fuego de leña y servido con patatas gratinadas y un plato de verduras del día; Cordero o la 'fábrica del espagueti' son otras opciones, además con precios mas moderados. Y bueno, para los que el presupuesto no les llega, hay hasta un restaurante chino o un restaurante de pasta. Comer en Zermatt no es barato. Puede salir entre 30CHF y 80 CHF/ persona sin contar bebidas, pero si te has gastado un dinero en irte a esquiar hasta allí, no vendrá de sacrificar un día para cenar los platos típicos.
El Matterhorn glacier paradise y su plataforma de observación a 3.883m se han convertido en uno de los grandes iconos de Zermatt - Matterhorn. Se llega gracias al teleférico más alto de Europa (el tercero más alto del mundo). Esquiadores, alpinistas, escaladores, fotógrafos y cámaras de cine de todo el mundo disfrutan cada año de una de las mayores panorámicas de los Alpes, abarcando un impresionante rosario de cumbres de más de 4.000m, desde el Mont Blanc y el Grand Paradiso, al Matterhorn y el grupo de los Mischabel. El Breithorn plateau ofrece un añadido realmente espectacular, junto con el Plateau Rosa, una de las mayores concentraciones de hielo de Europa.
La construcción del teleférico y de las instalaciones en el Klein Matterhorn fue realmente ardua. Los trabajos se iniciaron en agosto de 1976 Lo más complicado fue trabajar a casi 4.000m., pues las condiciones meteorológicas fueron extremas: -40°C, nevadas y fuertes vientos de más de 100 km / h. En diciembre de 1978 se instalaron los cuatro cables del teleférico y todas las operaciones restantes se completaron en la primavera de 1979. En otoño de 1979, las enormes cabinas fueron trasladadas desde Täsch hasta Trockener Steg, a los pies del glaciar Theodul (estación inferior), inaugurándose el 23 de diciembre de 1979.
Actualmente, en la cumbre del Matterhorn glacier paradise encontramos un moderno y espectacular restaurante que puede funcionar como refugio en casos de emergencia. También se encuentra la cueva de hielo más alta del mundo, el ascensor más alto del mundo (3.883m) y el punto de partida para esquiar durante todo el año. También se utiliza el Klein Matterhorn y su teleférico como base para ascender al Breithorn (4.164m), el Castor, Pollux y para realizar diversas travesías por nieve y hielo.
Es, junto al mirador del Matterhorn glacier paradise, otra de las visitas indispensables si se dispone de varios días para visitar Zermatt. La subida en el tren cremallera hasta los 3.089m de Gornergrat vale la pena. El paisaje que los pasajeros descubren a lo largo de los 9,33 kilómetros de recorrido, pasando por cascadas, puentes, túneles y las estaciones de Riffelalp, Riffelberg y Rotenboden es realmente único, siempre con el Matterhorn como telón de fondo, algo que obligará a los fotógrafos y a los amantes de las grandes panorámicas alpinas a abrir las ventanillas y asomarse con sus cámaras durante gran parte del trayecto. El desnivel es de 1.200 metros, y el trayecto dura 40 minutos.
Una vez arriba, desde Gornergrat, y si el día está despejado, puedes disfrutar de unas vistas fantásticas de 29 picos de mas 4.000 metros, incluyendo por supuesto el Matterhorn, además del Breithorn (4164m), el Monte Rosa (segundo pico más alto de Europa con 4633m), y el glaciar Gornergletsher (el segundo glaciar más largo de los Alpes).
Los trenes salen de una pequeña estación enfrente de la estación principal de tren de Zermatt y funcionan durante todo el año, normalmente cada 24 minutos. Los primeros salen alrededor de las 7h de la mañana, y la última salida de Gornergrat es a las 19h.
Precios: Adultos: 86 CHF; Niños (6-16): 43 CHF; Menores de 6 años: gratis (en invierno también los de 7 y 8 años).
Por supuesto! Hay numerosas razones para esquiar aquí, entre ellas los 245 kilómetros de pistas, la completa red de 73 remontes, y los itinerarios de montaña para los más expertos, entre ellos los 13 kilómetros de bajada directa hasta el mismo centro de Zermatt, un desnive de 2.200 metros de desnivel, que a buen seguro medirá tu buen estado de forma.
Zermatt tiene tres zonas de esquí principales, todo en el lado este del valle. El primero desciende desde los 3.103 metros del Rothorn. El segundo parte del Stockhorn a 3.400 metros y el Gornergrat. La tercera desciende desde los 3.820 metros donde está la estación del teleférico del Klein Matterhorn. todo el año.
El 23% de las pistas son ideales para debutantes, el 44% para esquiadores intermedios (pistas rojas) y un 33% para expertos (pistas negras).
Para darnos cuenta de la dimensión de esta estación, hay que tener en cuenta que tiene 38 restaurantes de montaña, dos pistas de hielo naturales y una artificial, además de snowparks, etc... Aunque su zona glaciar permite esquiar todo el año, la estación abre su temporada en Noviembre y la cierra en Mayo.