La investigación se ha desarrollado con una muestra de 228 trabajadores que desempeñan sus funciones entre los 2.100 y los 3.000 metros de altitud para analizar las consecuencias de la hipoxia hiperbólica intermitente crónica, conocida como el mal de altura.
El trabajo desarrollado por tres especialistas para el Laboratorio Andaluz de Enfermedades Profesionales y que se ha presentado hoy a los diferentes comités de empresa de Cetursa Sierra Nevada, concluye que "trabajar a una altitud de 2.600 metros disminuye el riesgo de hipertensión arterial".
Las conclusiones del estudio, al que ha tenido acceso Efe y que publica hoy el diario Ideal de Granada, considera además que
Las conclusiones de la investigación, que se ha realizado con trabajadores de manera voluntaria mediante entrevistas y sus historias médicas, incluyen que trabajar a más de 2.600 metros incrementa el riesgo de presentar alteraciones mentales relacionadas con la consciencia como confusión, sopor, letargo o estupor.
Los responsables del estudio recomiendan una vigilancia de la salud activa encaminada a "diagnosticar precozmente" los problemas de salud relacionados con un trabajo a altura, como los mareos o las cefaleas, y aconseja incrementar los hábitos saludables y reducir el tabaquismo.