Este año la organización ha querido recuperar el mítico salto situado a pocos metros de la linea de meta. Es un punto muy peligroso al que los esquiadores legan a velocidad máxima. Se calcula que en tan solo 8 segundos desde que salen, ya alcanzan los 100km/h, y alcanzan la meta a unos 145km/h. Pasar ese salto requiere de destreza, y no son pocos los accidentes graves que se han sucedido allí. Hace 7 años e norteamericano Scott McCartney registró una caída importante, y dos años despuñes el suizo Daniel Albrecht, uno de los mejores corredores del momento, cayó de manera espectacular, conmocionando al público. Quedó en coma y aunque se ha recuperado, nunca más pudo esquiar al mismo nivel.
Pero también ha vivido momentos mágicos. El italiano Christian Ghedina, abrió las piernas mientras saltaba. Todo eso a 140km/h. Lógicamente arrancó una gran ovación del público.
Ante los graves accidentes, la organización decidió rebajar ese salto, pero la petición del público y las medidas adoptadas en las reformas de la pista, parece que ha acabado por volver a recuperarlo para la carrera de Descenso de mañana sábado.
Es una pista que se le da mejor a los veteranos. Aquí ha ganado recientemente el ya ex-corredor Didier Cuche, e incluso Bode Miller con edades ya de 'veteranos'. De todas maneras parece que el candidato a subirse a lo alto del podio mañana será el noruego Kjetil Jansrud, que está que se sale esta temporada en el Descenso, y ha marcado los mejores tiempos de os entrenamientos.
Bode MIller dice que quiere participar. Lleva toda la temporada en blanco por una intervención quirúrgica. Estuvo a punto de participar en Wengen, estadio de los suizos y también mítica prueba de Descenso, y en los entrenamientos de Kitzbuehel ha marcado el sexto mejor tiempo. A sus 37 años será seguramente su última temporada, pero antes quiere pasar por los Mundiales de Vail/Beaver Creek que comienzan dentro de unos días Juega en casa, y por eso no está claro si participará en Austria.