Pero esta idea se ha ido diluyendo y se ha terminado de enterrar (al menos temporalmente), con la llegada del nuevo director general del sector, Xabier Ajona, el verano pasado. En unas declaraciones a El Periódic d'Andorra, Ajona aseguraba que pensar en instalar un telecabina era hacer castillo en el aire y que, antes, «hay muchas cosas que hacer». Una de estas es la de mejorar la atención y el servicio que se ofrece a los esquiadores, concretamente aquellos que se alojan en los hoteles de la parroquia de Ordino y que quieren acceder a las pistas sin tocar el coche.
Hasta el año pasado la única opción era el Freebus, servicio que Vallnord ofrece desde la Massana hasta Arcalís. Y tal y como indica su nombre, de manera gratuita. Pero con este servicio, muy a menudo las personas que se alojaban en los hoteles de Ordino (por ejemplo, en la Cortinada o Llorts) se encontraban, después de esperar en la parada que llegara el autobús, que iba lleno y que no podían subir. Es decir, «los que dormían más cerca de la estación eran los que se quedaban sin el servicio», expuso Ajona. En paralelo, el segundo Freebus de Arcalís, lo que une la Hortell con los Planells, «hacía trayectos vacíos o medio vacíos».
Para cambiar la situación, este año se incorporará un servicio directo que irá a buscar a los clientes al hotel. Es decir, una especie de transfer. El vehículo grande que une l'Hortell con los Planells se sustituye por dos pequeños. Uno seguirá haciendo esta ruta, y el segundo hará «un servicio nuevo, más personalizado». En otras palabras, llevará los esquiadores hasta Arcalís sin que estos tengan que esperar a Freebus. En cualquier caso, el trayecto gratuito de la Massana hasta Arcalís se mantendrá como el año pasado.
Así, los esquiadores más fieles (aquellos que duermen cerca de pistas), podrán acceder de forma cómoda a la estación. Una opción que debe permitir tenerlos más contentos. Ajona lo tiene claro: este es «el mejor telecabina que les podemos ofrecer». Los proyectos faraónicos, dejémoslos para más tarde.
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