La construcción de la estación de esquí saltó a la luz pública precisamente por la negativa de la empresa suiza Bartholet Maschinenbau AG a vender un telesilla después de que el Gobierno helvético bloqueara la venta por el embargo internacional. El régimen asiático contactó con otras empresas austriacas e italianas para comprar el remonte, pero tuvo siempre la negativa por respuesta. Sin embargo la estación ha aparecido con un telesilla. Es un modelo antiguo, de dos plazas en lugar del de 4 que es el que se suele colocar, y nadie sabe su procedencia, aunque lo más probable es que provenga de alguna estación china que debe haber hecho su Agosto particular en pleno otoño.
Sin embargo el resto de maquinaria parece que es nueva o seminueva, y la ONU ha empezado a preguntar a los fabricantes de estos aparatos si han hecho la venta directa y por tanto se han saltado el embargo.
Una moto de nieve Ski-Doo fabricada por la canadiense Bombardier Recreational Products & Vehicles era visible en las imágenes difundidas este Jueves. También se ven siete cañones de nieve fabricados por la empresa sueca Areco y dos máquinas pisanieves de la italiana Prinoth, además de otra Pisten Bully de la alemana Kassbohrer. Un experto de la ONU en sanciones económicas, afirmó a la agencia AFP, que
Johan Erling, presidente ejecutivo de Areco dijo que no tenía "ni idea" de cómo, al menos, siete cañones de nieve de su marca, habían aparecido en Corea del Norte, señalando que podrían haber sido suministrados a través de algún intermediarios formal... o informal. El directivo afirma que los siete innivadores corresponden al modelo Areco Supersnow que tienen un coste de entre 16.750 euros y 27.000 euros cada uno. Su empresa vende unas 40 de estas máquinas cada año a un suministrador chino, y las que aparecen en la imagen no tienen mas de año y medio.
Las pisanieves italianas corresponden a una Prinoth BR350 (la que se ve de color amarillo) y una Prinoth Bison X (la plateada). La primera de ellas comenzó a fabricarse en 2006 y se puede encontrar alguna de aquel año por no menos de 60.000 euros. La otra máquina inició su producción en 2008 y apenas hay de segunda mano, y las que hay tienen un valor bastante mas alto. Por su parte la Pisten Bully alemana cuesta 85.000 euros como mínimo, de segunda mano. Ninguna de estas dos empresas ni la canadiense, han querido comentar nada de momento. La moto corresponde a una Skidoo GT550 fabricada entre los años 2011 a 2013, y no bajan de los 10.000 euros.
El material de esquí corresponde también a firmas líderes del mercado, aunque no se saben detalles de momento de su marca. Los cascos son de la compañía japonesa Swan.
Según funcionarios de Masik Pass, se espera que unas 5.000 personas acudan cada día a esquiar a sus pistas. Cada una de ellas deberá pagar 36 euros por subirse a los remontes. Esperan unos ingresos de 45 millones de euros en su primer año de explotación. Una barbaridad solo al alcance de las grandes estaciones de los Alpes. las estaciones que más facturan en Francia son Montblanc y La Plagne con 70 millones de euros cada una.