EMAP (la sociedad gestora de la estación) arrastra a día de hoy una deuda de 24 millones de euros, que castiga a la vez de forma severa las arcas comunales. Es por ello que una de las soluciones para rebajar esta deuda prevé la entrada de capital privado. La aportación económica reducir la deuda y de rebote también bajaría automáticamente el grado de endeudamiento del Comú, ya que la sociedad está participada al 100 por cien por la administración local, al tiempo que la parte de la deuda restante se vería repartida entre los diferentes accionistas, evidentemente, en proporción al porcentaje que se hubiera adquirido de la sociedad.
Inversiones
Las fuentes consultadas cifraron en 105 millones de euros la inversión que se ha hecho en las estaciones a lo largo de 31 años. Un dinero del que se debe prácticamente una cuarta parte. Esta situación de ahogo financiero es la que ha provocado que hasta que no se encuentre una salida para asegurar el futuro de la estación, desde la dirección de EMAP se haya optado por una política de austeridad en cuanto a nuevas inversiones. Una opción, sin embargo, que las fuentes consultadas reconocieron que no se podrá mantener a largo plazo, ya que en un período de seis o siete años la estación necesitará renovar remontes o arreglarlos si se estropean y por tanto, todo lo que se haya podido ahorrar hasta entonces se deberá gastar de golpe. En este sentido se apuntó que es necesario mantener cierto nivel de inversiones que, contrariamente, la estación no sería viable.Precisamente, en la reunión pública que el común convocó el pasado abril para exponer la situación de Pal-Arinsal se hizo especial incidencia en el hecho de que la cuenta de explotación es positiva, con más ingresos que gastos, y que si se consigue la capitalización del complejo invernal con la entrada de privados, los resultados de explotación serían suficientes para cubrir las amortizaciones y por tanto, se podría continuar invirtiendo.
En cuanto a las negociaciones con los bancos, tal y como adelantó el Diari d'Andorra, las entidades han rechazado cambiar préstamos por acciones pero, tras la intervención del jefe de Gobierno, Toni Martí, han accedido a buscar una solución. La idea en la que se trabaja es pasar la deuda a fondos propios de la estación pero sin que se conviertan en acciones.
Se generan 95 millones de euros anuales
Uno de los aspectos en los que más se ha querido insistir desde que se habla de encontrar una solución para el futuro de las estaciones es el hecho de que las estaciones representan un motor económico para las parroquias, pero a la vez también para el país. Así, se cifra en 95 millones de euros anuales el negocio que genera Pal-Arinsal en la economía del país. Es por ello que, a pesar de reconocer la parte negativa de las instalaciones (con la deuda generada y que castiga a los comunes), también se señala que a la hora de buscar soluciones hay que tener muy presente todo lo que aportan en positivo. También desde el Comú d'Ordino, que se ven perjudicados por los malos resultados de Arcalís, ha incidido tanto desde la mayoría como desde la oposición que la nieve es una cuestión de país en la que se necesita la implicación del Gobierno.