Además, el encadenamiento desde enero de temporales de viento y nieve no ha permitido disfrutar a los esquiadores de una buena campaña, sobre todo, durante los fines de semana, cuando coincidía el peor tiempo e incluso el cierre de parte de las instalaciones por las adversas condiciones meteorológicas.
El riesgo de aludes en San Isidro, donde sus espesores máximos alcanzan los 3,5 metros, ha obligado a cerrar durante días la silla antigua que parte de Cebolledo y desembarca en la senda que da acceso a Riopinos, con la consiguiente molestia para los usuarios, obligados a subir a pie los 150 metros que restan hasta éste último sector desde el itinerario de la cuatriplaza.
La Diputación abrió este fin de semana este remonte, y también los de Leitariegos cerrados por riesgo de aludes. La institución pide disculpas a los usuarios de ambas estaciones por los inconvenientes que ha podido causar el cierre de estos medios mecánicos y lamenta que tuvieran que esperar durante más tiempo para acceder a los remontes.
Confía en que ambos enclaves invernales estén a pleno rendimiento en Semana Santa y la siguiente (vacaciones escolares) para que muchos usuarios se animen a disfrutar del esquí y las estaciones de la provincia cuenten con cientos de visitantes que consigan llenar las plazas hoteleras de los entornos de Leitariegos y San Isidro.
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