Tras finalizar la clase de esquí con los monitores, la niña (entonces de 12 años y alumna de primero de ESO de la escuela Arrahona de Sabadell (Barcelona)) continuó esquiando con otros compañeros de clase, aprovechando el la hora libre que les habían dejado, ya que aún no debían de volver al equipo. Sin embargo, la alumna perdió el control de los esquís, chocó contra la valla de contención de la pista y continuó deslizándose hasta topar contra un cañón de nieve, quedó en un estado
"muy grave" y fue evacuada en helicóptero hasta el Hospital de Sant Pau de Barcelona.
Según la sentencia, estuvo
casi seis meses ingresada en el hospital y tardó un año entero a recuperarse de un traumatismo craneoencefálico, varias fracturas y hemorragias, heridas y contusiones de las que los padres culpan a los profesores por considerar que ser
"negligentes". Según los demandantes, los profesores permitieron que los alumnos continuaran esquiando sin monitores y fuera de las horas convenidas, el equipo era
"insuficiente" teniendo en cuenta que no llevaban protección (casco, rodilleras, coderas, etc.), Y los mismos maestros no supervisaron los alumnos.
Argumento del TSJC
Además de la indemnización que ya recibieron de
300.000 euros a través de la aseguradora, los padres de la entonces menor solicitan
418.478 euros por los daños y las secuelas producidas.
El TSJC considera que no se puede complementar tal indemnización por la negligencia del deber de vigilancia de los profesores ya que la víctima esquió por una pista de
principiantes y si perdió el control fue por causa ajena a la Administración:
"No existe relación de causa efecto entre la actividad administrativa atribuida a los profesores y los daños sufridos en el lamentable accidente que sufrió la menor".
Aducen que los profesores
tampoco podrían haber evitado ni la caída ni sus consecuencias, ya que se trataba de una niña de 12 años que ya tenía cierta autonomía, así como tampoco se les puede responsabilizar por no llevar casco porque en aquel momento no era obligatorio.