Como última solución antes de su cierre, el Ayuntamiento propuso privatizarlas en Mayo, pero ninguna empresa se ha querido hacer cargo de las instalaciones. Entre otras cosas porque debería comprar las instalaciones, arreglar las deficiencias y continuar con la política de descuentos a familias con bajos ingresos económicos.
Finalmente el Ayuntamiento ha estimado que ambas instalaciones son de gran interés para la juventud, sobretodo para aquella que quiere iniciarse en el esquí o el snowboard y no puede costearse un viaje a las grande estaciones. El Centennial dispone de un telesquí y una cinta de transporte, mientras que en el Earl Bales funciona un telesilla doble y un telecuerda. En los dos centros se dispone de esquí nocturno, muy usado por aficionados que acuden a esquiar al acabar de trabajar. También se ofrecen clases y servicios de restauración.
Los precios rondan entre los 11 dólares canadienses (8,2 €) por una hora a los 25 (18,8€) por todo un día de uso de remontes. El pase para debutantes es de tan solo 8 dólares (6€).
Irónicamente, uno de los problemas a los que se enfrentan ambos centros, es que muchos ciudadanos de Toronto no saben ni que se puede practicar esquí en invierno en ellos. Por ello, se ha reclamado que al mismo tiempo se haga algo de promoción municipal para darlas a conocer.