-¿Quién es Regino Hernández?
Nací en Ceuta y justo antes de cumplir el primer año me mudé a Mijas costa y allí sigo viviendo. A los cuatro años empecé a hacer esquí en Andorra; a los cuatro y medio me puse una tabla por primera vez y desde entonces no me la he quitado.
-La gente se preguntará qué hace un malagueño en la nieve.-Vi a mi padre hacerlo y me gustó. Más tarde empecé a competir y cuando vino la Federación Española a Sierra Nevada a buscar gente joven me vio y poco a poco llegaron los campeonatos de España, de Europa, la Copa del Mundo... y subiendo.
-Por el negocio familiar también ha tenido relación con las olas, ¿por qué eligió la nieve?-Creo que fue porque el mar me da mucho respeto desde pequeño.
-¿Cómo es la vida de un snowboard malagueño?-A un malagueño que haga un deporte de invierno a este nivel, sea cual sea, lo que le exige es viajar mucho y estar poco tiempo en casa. Paso mucho tiempo viajando a países donde está un poquito más desarrollado este deporte, en mi caso Estados Unidos o Canadá. Aquí en España, si quieres llegar lejos, tienes que viajar mucho.
-¿Qué significa para usted acudir a unos Juegos Olímpicos?-Ahora mismo no termino de creérmelo, porque con 18 años, que como el que dice soy un 'niñato', no terminas de darte cuenta de la gran importancia que tiene acudir a unos Juegos Olímpicos, que es algo que repercute en tu carrera para toda tu vida. Y máxime para un joven, ya que a mí me quedan como cinco Juegos por lo menos, si Dios quiere. Es algo que día a día voy pensando, pero que no me entra en la cabeza porque es como demasiado grande. Se me hace como grande.
-¿Cómo se viven los días previos?-Con muchas ganas. Entrenándome todo lo que se puede para intentar estar lo más arriba posible en el momento en que empiece la competición.
-¿Cuáles son sus expectativas para estos Juegos?-Ganar la medalla de oro. (Se ríe). Bueno, las expectativas reales son estar entre los 25 o 28 mejores.
-Las medallas están muy lejos.-Bastante, porque la experiencia tiene mucho que ver. Pero también la suerte juega un papel muy importante y todo puede cambiar en diez metros. Así que lejos está, pero nunca se sabe. Es un deporte en el cual nada es predecible.
-Dicen que es el mejor del mundo de su generación.-Tanto, tampoco. He estado en dos campeonatos del mundo júnior. En uno, hace dos años, fui aunque no lo tenía pensado porque se lesionó un compañero, y sin entrenarme hice el cuarto mejor tiempo y quedé décimo. Cuando los entrenadores vieron eso fue cuando empezaron a apostar más fuerte por mí. Este año decían que era uno de los aspirantes a ganar el Campeonato del Mundo júnior y en las clasificaciones hice el segundo mejor tiempo y acabé noveno. He subido un escalón.
-¿Hasta dónde espera que pueda llegar su carrera?-A que tenga 40 años y siga compitiendo en el deporte profesional, como ahora está en la Copa del Mundo Shaun Palmer, que tiene 42 años. Aguantar en este deporte, que es lo que más me gusta, lo máximo posible y llegar a vivir de esto.
-¿Cómo es una competición de snowboardcross?-Bastante más complicada de lo que la gente piensa. Tienes que estar tanto física como psicológicamente muy bien. Tenemos dos salidas por tiempos, cuenta la mejor, y después se hacen mangas de cuatro personas y se van clasificando los dos primeros de cada serie.
-¿Qué características debe tener un snowboard?-Depende de la especialidad. Para esta es bueno ser fuerte y grande, porque hay muchos roces, y si no aguantas te vas al suelo. Luego está el freestyle, que suele ser gente más bajita.
-En la expedición española destaca el dominio andaluz.-Eso significa que poco a poco el deporte de invierno está subiendo el listón en Andalucía.