Este país era conocido como la Suiza de Medio Oriente, pero desde la mitad de la década del '70, la guerra civil, las invasiones, los bombardeos regulares de Israel, y las crisis políticas sin fin, han destruido sistemáticamente la infraestructura de Líbano: sus ciudades, sus playas y sus centros de esquí. Políticamente, Líbano sigue siendo extremadamente inestable, pero aquí no han habido serios enfrentamientos desde mayo de 2008, y eso parece que ha tenido un efecto mágico en el turismo.
Impredecible
Funcionarios dicen que durante 2009 los hoteles han estado ocupados en un 80% y, si la paz continúa, esperan la llegada de más personas aún para 2010. La mayoría de los visitantes son miembros de la inmensa diáspora libanesa, pero Líbano es también un destino popular para los árabes del Golfo Pérsico, y los operadores de turismo indican que el número de visitantes europeos va en aumento. La deslumbrante vida nocturna de Beirut es una de las atracciones principales.
La otra es el esquí, aunque este invierno ha sido decepcionante: la nieve llegó recién esta semana y los agentes de turismo aseguran que han perdido toda la temporada de las fiestas y con ello casi el 30% de las ganancias. Así y todo, Ronald Sayegh, de SkiLebanon.com es optimista: "En Líbano, el clima y la política son igualmente impredecibles... Pero, por ahora, la industria del turismo libanesa está aprovechando al máximo nuestra preciosa y rara calma política".
El Líbano es prácticamente el único país en el mundo donde se puede esquiar y tomar el sol en la playa en el mismo día. Eso es porque las montañas se levantan tras una estrecha franja costera, que hace que en apenas una hora se pueda llegar a las estaciones de esquí desde Beirut.
Aunque en el país se lleva esquiando desde la década de los '30, gracias a las prácticas del ejército francés, que por entonces controlaba el país, no fue hasta 1950 que se instaló el primer remonte, un telesquí demasiado corto que apenas daba para usarlo un mes por temporada. Dos años más tarde el Gobierno libanés se implicó en el desarrollo de este tipo de turismo invernal, y financió la instalación de un telesilla en la estación The Cedars.
Hoy el Líbano cuenta con seis estaciones de esquí, algunas de mas de 80 kilómetros de pistas, donde se junta a jetset del Golfo Pérsico, ya que para ellos les es más cómodo visitar estos centro de montaña que los europeos, y mucho menos los norteamericanos, donde son objeto de muchas preguntas y revisiones incómodas. En la zona solo existe otra estación, que es la que Israel tiene en la zona ocupada a Siria, los Altos del Golán, donde todavía esperan que les nieve para abrir. La estación está muy desfasada y es objeto de fuertes críticas por los aficionados israelís.