Espot explicó que está a la espera de que le muestren cuál será la acción del dominio para intentar recuperar sus pérdidas millonarias. Según el máximo mandatario de Ordino, "no seguiremos si la gestión debe costar 1,5 o 2 millones de euros anuales los próximos años". Espot se justificó por el hecho de que Ordino "no va al mismo ritmo" que los otros componentes de Vallnord (en este caso, la Massana), y afirmó que la separación es más fácil para Ordino que para la parroquia massanenca, ya que estos últimos están económicamente más implicados y no tienen tanta oferta hotelera detrás.
Decisión final
Sin embargo, la decisión final no será tan sólo del Comú, ya que Espot tiene la intención de reunir al pueblo para decidir conjuntamente si seguir vinculados a Vallnord o "gestionar Ordino Arcalís por nuestra parte", explicó. El cónsul aseguró que en ningún caso, esta posible marcha de la asociación de Valls del Nord S.A. implicaría el cierre de la estación ordinenca.
Espot fue contundente y criticó de nuevo la gestión realizada, especialmente durante la temporada anterior, que ha dejado una situación que calificó como "desequilibrio económico insostenible". Incluso dejó entender que el déficit final de la temporada, hasta ahora fijado los cinco millones de euros, podría ser superior.
El cónsul también estableció comparaciones con el otro dominio, Grandvalira: "No puede ser que ellos facturen el doble y pierdan 3,5 millones de euros". La cifra de pérdidas de Vallnord podría ser bastante superior. Por toda esta situación, Espot manifestó sentirse engañado por el consejo de administración y no tuvo ningún problema en anticipar esta posible ruptura, ya que para Ordino "Vallnord es un mal negocio", sentenció, y añadió que "pensaba que iba bien y ahora me encuentro con unas cifras que son abismales". En cuanto a la posible dimisión del director del dominio, Martí Rafel, Espot se mostró prudente a la espera de los resultados de las cuentas a final de este mes para valorarlo.
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