Por este motivo, el vicepresidente de la asociación encampadana, Lluís Comellas, informó ayer que está prevista en breve una reunión con los hoteleros de Canillo para tratar el asunto. De momento ya se han establecido contactos. Comellas manifestó que "lo más lógico sería unirse y establecer una nueva política de precios hoteleros ajustados a la realidad de lo que cuesta una noche en Andorra". De hecho, los precios de las pernoctaciones durante la temporada de esquí han sido más bajos que los que el Gobierno obliga a publicar, "pero que no controla", manifestó el vicepresidente de la asociación encampadana.
Poner de nuevo los precios reales de Gobierno sería una de las posibles medidas a tratar en la futura reunión, aunque hay un consenso total, porque, "si no aplicamos las medidas, no sirve de nada", añadió el vicepresidente. De momento, el acuerdo de los hoteles de la parroquia de Encamp es total. Recientemente se reunieron y, según Comellas, "nunca nos habíamos encontrado y habíamos estado tan unidos en un tema".
Pero las quejas hoteleras hace tiempo que se hacen sentir por las oficinas de Grandvalira. Comellas explicó que a principios de la temporada de invierno pasada ya se reunieron con el director de la estación, José Blanco, y el cónsul de Encamp, Miquel Alís, para exponer sus quejas. En enero volvieron a reunirse con el dominio, pero éstos no les hicieron "ningún caso" en sus reclamaciones, según Comellas.
Más caro dormir que esquiar
Las diferentes críticas realizadas por los hoteles de la parroquia de Encamp no distan mucho de las mostradas en el informe de los hoteleros de Canillo, que ayer se publicaron en EL PERIÓDICO. Ante la política de precios elevados de Grandvalira, los hoteleros se ven obligados a bajar precios, que este año han sufrido caídas de hasta el 25%. Según Comellas, "somos el único país en el que sale más barato dormir que esquiar". El vicepresidente no considera competitiva una oferta que considera "la más cara de toda Europa".
La Asociación de Empresas de Encamp también se queja del trato preferencial que reciben agencias, touroperadores y grandes cadenas hoteleras, frente a los hoteles del país. Según el vicepresidente, para Grandvalira el forfait de día tiene un coste real de 25 €, mientras que los hoteles les cuesta 35 €. Los hoteleros encampadans no entienden porque no pueden acceder a los descuentos que tienen las agencias. "Es más barato comprar un forfait al RACC de Barcelona que en nuestro hotel", sentenció Comellas.
Si Grandvalira no cambia su política comercial de precios, desde la asociación se pronostica un invierno "patético" en cuanto a la ocupación de esquiadores. Comellas quiso destacar la influencia del dominio en el país, y afirmó que "tienen más peso las decisiones que las del Ministerio de Finanzas", especialmente en las parroquias de la Vall a las que representa. Finalmente, la asociación también acusó al Gobierno de no ser consciente de la importancia de cuidar la temporada de esquí, de la que "depende toda la economía andorrana", afirmó Comellas.
Fuente: