A principios de los años '80,
Jay Conrad Levinson se preguntó cómo hacer llamar la atención de los potenciales clientes, pasando por encima de los miles de anuncios que radio, televisión, prensa, etc, mostraban cada día. En
1984 publicó sus conclusiones en un libro al que llamó
"Marketing de Guerrilla". Desde entonces, aprovechar el entorno, los materiales y mucho la imaginación se le llama así,
Márketing de guerrilla, un tipo de publicidad en general muy simpática que casi al 100% llega al gran público.
Aprovechar los tablones de un banco
para simular tabletas de chocolate, agarradores de un bus
como correa de un reloj, una parada de autobús como
un asiento de una atracción de parque temático, o aprovechar un paso de cebra
para demostrar que un producto lava mejor, etc... La cuestión es impactar al espectador. El mundo del esquí tampoco se escapa a esta tendencia.
La realidad es que
en nuestro país, en cuanto al esquí se refiere, pocos ejemplos tenemos, pero hace unos pocos años
en La Molina, BMW colgó un Mini en un remonte, cambiando una silla por el vehículo, de manera que la gente cuando esquiaba o esperaba en la cola, se encontraba con un coche. Sin duda, cada persona que estaba allí vio el anuncio, y el que no lo veía, seguro que le avisaron.
Fuera de nuestras fronteras también han sido muchos los ejemplos, como el que en
Argentina simulaban Volkswagen Touareg subiendo por la montaña. En realidad eran
coches de cartón enganchados a la silla de delante.
La última de las locuras nos llega
desde Japón, donde una conocida empresa de bebidas, Georgia Max Coffee, ha re-decorado varios aseos en diferentes estaciones de esquí, de manera que cuando te sientas en una de esas modernas y tecnológicas tazas de váter (ojo, que no son fáciles de usar), te hace parecer que estás
en lo alto de un trampolín de esquí. Puedes mirar hacia tu pies, y te encontrarás los esquís, y si miras a la pared de enfrente, te encuentras al público esperando que hagas tu
'mejor faena'. Hasta el papel higiénico lleva impreso un mensaje: "Seriously kick-ass intensely sweet for the real coffee super zinging unstoppable Max! Taste-explosion!".
Y aquí algunos ejemplos de Marketing de Guerrilla aplicado a estaciones de esquí en otros países:
Campaña realizada en Oslo aprovechando la plataforma de un bus para promocionar el snowboard
Otra de las campañas de la Asociación del Snowboard de Noruega para promocionar este deporte
A los creativos de Mammoth Mountain se les ocurrió aprovechar la valla para simular un snowpark
Esta campaña se realizó hace un par de temporadas en Cerro Catedral
En Nueva Zelanda un operador de estaciones aprovechó el pliegue de la página de un periódico.
En Islandia fueron muy creativos. Aprovecharon un montón de nieve para anunciarse.
En Suecia la estación de Idre Fjall realizó una de las campañas más llamativas para enseñar que tenía la pista mas larga del país. De hecho, se les salía del panel!.
Espectacular la promoción de la estación de esquí High1 en Corea del Sur