Es a partir de los años '80 que las estaciones de esquí de Estados Unidos y Canadá empiezan a pensar en la comodidad y funcionalidad de sus instalaciones para el alojamiento. Se comienzan a construir condominios (una especie de apartamentos de sistema compartido muy extendido en Norteamérica) con grandes habitaciones, terrazas hacia el sol, y facilidades de ski-in-ski-out, o lo que es lo mismo: en un solo lugar todas las comodidades para acceder a pistas, comprar forfaits, alquilar material, dormir, circuitos de spa, etc... Esto evita los desplazamientos, el uso del coche y el excesivo reparto de servicios duplicados.
En Europa, y más concretamente en los Alpes, se ha tendido a un sobre-proteccionismo de lo tradicional, con todas sus ventajas pintorescas, pero también con todos su inconvenientes: remontes alejados, uso del coche, adquisición del forfait por un lado, el material por otro, etc... De todas maneras, tímidamente se han ido abriendo algunos resorts modernos, y funcionales, y ahora también con alta tecnología, como es el caso de Laax.
¿Que podemos encontrar aquí? Cuando el turista llega en coche lo primero que hace es dejarlo en un gran aparcamiento de 700 plazas que hay bajo los edificios. Entonces pasas a una sala de facturación, y allí te dan los forfaits y el material de esquí si es que lo has reservado (lo recoges en una sala adyacente para que puedas cambiarlo si no es el que se te adapta), y coges lo más importante, la tarjeta de tu apartamento. Con ella puedes pagar todo: comida en pistas, clases de esquí, material, forfaits, etc.... todo con la misma tarjeta que abre la puerta de tu alojamiento. Todo este proceso, que en otros lados te lleva toda la tarde, aquí se hace en 20 minutos!.
Pero lo que más sorprende al visitante cuando llega hasta Rocks Resorts, es su aspecto cool o mega-moderno (o ya que estamos en los Alpes podríamos llamarle directamente: über-cool). El grupo hotelero buscaba crear un estilo muy vanguardista, por eso nos encontramos con una línea minimalista, y con exteriores toscos aunque acabados en piedra. Decían el día de su presentación que buscaban que ese hotel se mezclara con el entorno, pero haciendo una audaz declaración de diseño.
Claramente nos encontramos frente a una arquitectura Cubista que muchos esperan encontrar en urbanizaciones de lujo de los alrededores de grandes ciudades, pero no en mitad de una montaña suiza. La razón, según los arquitectos y diseñadores es que se inspiraron en la historia de la región. Según se afirma, un enorme alud de rocas creó lo que es hoy esta zona alpina. De hecho quisieron llamar al complejo Rolling Stones (piedras rodantes) pero se asemejaba demasiado al grupo musical y seguro que tendrían problemas.
Cada cubo está cubierto de cuarcita local, de hecho se han usado hasta 4.000 toneladas de este material, y a lo largo de las paredes se han colocado de forma irregular, grandes y alargados ventanales con vidrios-espejo. Los apartamentos están suntuosamente decorados, con dormitorios buscando la semejanza con la montaña, sofás italianos, baños que se convierte en cabinas de sauna y pequeñas cocinas. Las televisiones son todas de pantalla plana y alta definición, hay Internet wi-fi de alta velocidad y una selección de bares y restaurantes al pie de cada cubo, uno de ellos el Crap Bar ('crap', significa piedra en el dialecto local) con un mostrador de granito y música ambiental, pero sin estridencias, simplemente para romper ligeramente el silencio.
Y todo este complejo evidentemente, tiene su acceso directo a los 220 kilómetros de pistas, gracias a un telecabina que te sube directamente para que puedas empezar a esquiar sin colas. De momento se han construido dos cubos, pero en 2010 tienen que estar acabados los 11 con los que cuenta este complejo que se vende bajo la fórmula americana del condominio. Al propietario se le permite su uso indefinido fuera de temporada, pero en la época de esquí solo puede ir tres semanas (el resto se alquilarán). Se busca así que el complejo esté ocupado el máximo tiempo posible. Cuando esté todo acabado, podremos encontrar las 14 tiendas, 6 bares, 160 apartamentos y un hotel de cuatro estrellas con 70 habitaciones. Todos los apartamentos incluyen servicio de limpieza, conserje, etc...
La gran mayoría no obstante, puede que sigan queriendo mantener el romanticismo de llegar a la estación, aparcar frente a ese hotelito rural de paredes de piedra, y pasear por las calles del pueblo en busca de material para alquilar, y hacer cola al día siguiente frente a las taquillas del forfait mientras observas el tipo de gente que llega hasta esa estación. Por no decir de la vuelta al alojamiento en esa caminata que te lleva a conocer las callejuelas y tiendas de la población, aunque dicen que quien prueba esta funcionalidad le cuesta dejarla!.