Durante la rueda de prensa, se presentaron unos números que deja clara una fuerte paradoja que hace que este año la gente esté acudiendo mas a esquiar, pero prefiere seguir esperando a adquirir su material. Así, en cuatro temporadas la venta de esquís han pasado de 398.000 a 220.000; las fijaciones de 373.000 a 220.000; y las botas de 326.000 a 232.000. Es un fuerte descenso que refleja que se ha ido reduciendo la venta a unas 100.000 unidades menos por temporada, sobretodo por la falta de nieve que caracterizó la temporada 2006-2007.
Sorprende no obstante las ventas dedicadas al material de mujer, que se han duplicado en el mismo periodo, pasando del 2,2% al 4,95% del total; y los esquís de gama alta, que no han notado la crisis y han incrementado ventas. También suben las ventas de los deportes alternativos en nieve como son el Nordic Walking (paseo con palos) o las raquetas de nieve, pero están todos de acuerdo en que esto no va a sacarlos de la crisis ni mucho menos.Para darnos cuenta de la dimensión de esta bajada de precios, habría que traducir estas ventas en números: en la temporada 2005-2006 representaron 106 millones de euros y en la 2007-2008 se desplomó hasta los 64 millones en ventas. El promedio de venta para cada producto es de 140 euros para unos esquís, 57 para las fijaciones y 84 para las botas. Ojo! esto en Italia!.
El estudio refleja no obstante, que regiones como Trentino, Alto Adige, Veneto, Friuli Venezia Giulia y Emilia Romagna están ganando participación en la cuota de mercado, mientras que oscana, Umbria, Marche y Lazio la pierden.
Pese a que las ventas de esquís de mujer se han duplicado, quizás es demasiado pronto para decir que el esquí italiano es de color rosa...