Pasión por los esquís de madera

La fibra de vidrio, el plástico y el metal han revolucionado el esquí de fondo, y el Spandex, el latex y el Gore-tex han hecho que esquiar sea más confortable. Sin embargo Greg Fangel, un aficionado de Estados Unidos ha logrado crear toda una empresa dedicada a devolver el nogal, el cuero, el bambú, la cera y la lana a las pistas.

Fangel empezó como esquiador de fondo allá por los años '70 con un par de Skiloms de madera. Desde entonces nunca ha dejado este material por su dureza y su rendimiento, "los esquís de madera funcionan mejor en clima frío y tienen un mejor deslizamiento, especialmente cuesta arriba", afirma este aficionado que vive en White Bear Lake, en el Estado norteamericano de Michigan.

Algunos pueblos del Asia Central siguen usando y fabricándose sus esquís de madera (Reportaje).

A lo largo de los años comenzó a acumular esquís de madera y empezó a asesorar sobre su mantenimiento en la web del North Star Ski Touring Club. Cuando su popularidad fue creciendo, decidió tener su propia web: www.woodenskis.com, "comencé a recibir tantos esquís que realmente no sabía que hacer con ellos. No quería coleccionarlos, así que empecé a venderlos", afirma Fangel que tiene una segunda casa en las pistas de Tofte, en el Lake Superior. Hoy cientos de aficionados y amigos deambulan por garajes y tiendas de antiguedades a la búsqueda de material de madera para vender en la web. Este pasado invierno llegó a tener 70 pares, 30 de ellos vendidos solo en Navidad a compradores nacionales la mayoría de Alaska, Georgia y Estados del Norte.

"La gente no encuentra lugares donde comprar este tipo de material, y hay muchos sitios en el país donde ni siquiera venden cera para ellos. La mayoría de los clientes compran los esquís para usar y algunos son coleccionistas", afirma este ahora también webmaster. Fangel es un apasionado de los esquís noruegos: "es irónico que los noruegos importaran el nogal de Estados Unidos, fabricaran los esquís en Noruega y volvieran a enviar los esquís hasta aquí".

Para el los mejores son los de las Compañía Madshus, unos esquís de madera de una sola pieza tallados a mano. Comenzaron con el laminado de abedul y nogal en 1934 para obtener una mayor resistencia, flexibilidad y menos peso. A medida que la popularidad del esquí nórdico creció en los '70, los esquís Madshus se convirtieron en los mas vendidos por su madera natural. Ellos lograron que esta modalidad se convirtiera en un turismo de esquí. Madshus creó la marca Skilom, nombre bajo los que comercializó botas, fijaciones, bastones y prendas de vestir que lograron exportar a un buen número de países, además de las marcas Åsnes, Troll, Normak VI y la Janoy Hoy, esta última para los Estados Unidos. Hoy unos Skilom cuestan unos 150 dólares. También existe otra marca muy popular, Eggen, creada por cuatro hermanos de Eggen, Noruega. En su web hay un apartado extenso con muchas de estas y otras marcas.

Fangel dice que no le importa el trabajo extra que le ocupa el mantenimiento de sus esquís e incluso la creación a mano de otros, como los que ha creado para la Northhouse Folk School, "es como trabajar el jardín, un trabajo terapéutico que me llena de orgullo cuando está bien hecho". Este año ha ido más allá y ha convocado una Wooden Ski Rendezvous en el Centro de esquí Nórdico de Snowflake el 18 de Marzo.