Diego Ruiz se consagra en la Transjurassienne

Pues bien, entre todos los participantes, un español anduvo en cabeza durante los 50 km que se recorrieron el domingo (usualmente tiene 76 km, pero se recortaron por el mal tiempo). Era Diego Ruiz (Jaca, 1977), un guardia civil especializado en largas distancias, que inquietaba a las figuras de los países con larga tradición fondista. Diego aguantó hasta el sprint final, donde sólo fue rebasado por el italiano Cattaneo y el sueco Fredriksson, llegando tercero en un apretadísimo tira y afloja con el gran ídolo local, el biatleta reconvertido Raphaël Poiree.

"Fue muy emocionante porque no se sabía quien había llegado delante si Raphaël o yo. Al final la foto-finish me dio la razón. Estoy en una nube. Ser tercero en la Transjurassienne ha sido uno de los grandes logros de mi carrera deportiva", decía incrédulo.

Pero Diego Ruiz no es un recién llegado a esto del esquí de fondo. El jacetano de 31 años es un habitual de las pruebas de Copa del Mundo y ha estado en dos Juegos Olímpicos, en Nagano 98, en los que "era un chaval de 20 años y me vino todo un poco grande", y en los de Turín 06, donde "quedé el 23 porque desfallecí en los últimos kilómetros". Sólo ha faltado a la cita de Salt Lake City en 2002 y fue "porque estaba en la academia de la Guardia Civil".

En lo que se refiere a los entrenamientos, Diego pasa la mayor parte del tiempo en el extranjero. "Somos un grupito de 3 o 4 y nos vamos moviendo por Italia, Suiza y Austria". Uno de los periodos de carga más importantes es el verano: "Vamos a los glaciares porque no hay nieve. A veces esquiamos en bañador", dice Diego. Todo ello supervisado por el entrenador italiano Gianfranco Pizio que confía en que "dentro de dos años Diego acuda a sus terceros Juegos Olímpicos".