En el camino ha ido encontrando apoyos. La publicidad busca en él paralelismos con precedentes similares: el equipo de bobsleigh de Jamaica o Eric Moussambani, el nadador guineano al que sólo le faltó ahogarse en la famosa carrera de los Juegos Olímpicos de Sidney. El chico (bueno, tiene ya 31 años) quiere participar en eslalon, gigante y descenso libre.
El problema es que a las primeras de cambio «El Leopardo de las Nieves» ya ha sufrido el primer costalazo, aunque haya sido moral. Estos días se fue a Are (Suecia) para participar en el Mundial de esquí. Participó en el gigante y en el total de las dos mangas quedó a un minuto y 17 segundos del primero. El ganés se quedó tan ancho, pero su tranquilidad tenía una explicación: no sabía que estaba participando en unas pruebas de clasificación. De hecho, dijo que ya había comprado los billetes para que su esposa y su hija viajasen el sábado a Suecia para ver su participación en la prueba. Lo malo es que hay nuevas reglas adoptadas por la Federación Internacional de Esquí (FIS) y éstas incluyen la clasificación previa.
Los 50 primeros del ranking mundial tienen asegurada su participación directamente en la carrera, pero en el gigante, por ejemplo, 101 deportistas tuvieron que competir ayer por otras 25 plazas en la prueba final. Lógicamente, el leopardo ganés no entró a tiempo para clasificarse.
Pero mientras, Acheampong se prepara para los Juegos y dice que su meta allí es no quedar el último ni caerse. porque la caída sonaría como su nombre y porque eso supondría la decepción de toda Ghana, que le apoya incondicionalmente. Mientras, el esquiador ha estado por aquí (en la estación andorrana de Vallnord), y por allí (en Trentino-Italia) a la espera de la cita decisiva. ¡Ese leopardo valiente!