En las más próximas a Navarra (Formigal, Astún y Candanchú) al menos el 15% de los visitantes procedían de la Comunidad foral. Los responsables de las estaciones pretenden aumentar este año el número de visitantes. Para ello han invertido este verano 45,2 millones de euros y ofrecen 300 kilómetros de dominio esquiable (27 más que el año pasado), lo que equivale al 30% del total que hay en España.
Mirando al cielo
La intención de las estaciones de esquí aragonesas es abrir sus puertas a finales de noviembre. Aunque no quisieron fijar una fecha, todas ellas trabajan para intentar aprovechar el último fin de semana de mes (25 y 26). Sin embargo, todo dependerá de la meteorología. A día de hoy, las estaciones no tienen un solo copo de nieve y parece difícil que lo vayan a poder tener en los próximos días.
España se encuentra bajo la influencia de un anticiclón que desvía las borrascas e impide que la nieve llegue al Pirineo. Es probable que este fin de semana lleguen precipitaciones, pero no se esperan grandes nevadas. El viento del sur, aunque frío, hará que la cota de nieve sea alta. En cualquier caso algunas previsiones indican la posibilidad de nevadas importantes a finales de mes, aunque todavía es pronto para asegurarlo.
Competencia francesa
Las estaciones aragonesas se enfrentan a la dura competencia de las estaciones del pirineo francés. Ya son muchos los navarros que eligen La Pierre Saint Martin o Gourette, que ofrecen precios mucho más competitivos. «Ofrecemos una zona esquiable y unos servicios suficientes para competir con ellos. Pero nos gustaría, y es una opinión personal, poder competir uniendo dominios esquiables. Creo que todos tenemos en mente la futura unión de Formigal, Astún y Candanchú. Con eso se eliminaría la competencia del resto de estaciones», aseguró Andrés Pita, director comercial de Astún. José Luis del Valle, responsable de Aramón, explicó que las estaciones aragonesas han renunciado a la guerra de precios y apuestan «por la calidad. Los esquiadores se han dado cuenta de que, al final, lo barato sale caro», dijo.
Impuesto del cable
Ni Astún ni Candanchú pasarán este año de los 40 kilómetros de pistas balizadas. La culpa la tiene un impuesto del Gobierno de Aragón que obliga a las estaciones a pagar según los kilómetros de cable de telesquí que tengan. Si la estación tiene más de 40 kilómetros de pistas, sube la cantidad a pagar por cada kilómetro.
Autovía a Jaca
Los responsables de las estaciones se quejaron además del retraso que sufre la autovía a Jaca. «Gran parte de la oferta se nos marcha por culpa de las carreteras. Ahí, los franceses se han puesto las pilas antes que nosotros», explicó José Luis del Valle, de Aramón. Por su parte, Andrés Pita, de Astún, aseguró que «no tener terminado todavía el eje pirenáico es penoso».
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