Las cifras que mueve el sector turístico de esquí en España no son solamente bastante apetecibles, sino que van en aumento. El volumen de negocio generado por las 32 estaciones de esquí alpino españolas creció un 7% entre 2003 y 2004 hasta alcanzar los 155 millones, mientras que la inversión realizada en la actual temporada ha superado los 73 millones de euros, según datos de la consultora inmobiliaria Irea.
Con estas cifras en la mano y con la existencia de una demanda insatisfecha no es de extrañar que algunas promotoras hayan encontrado en el turismo de esquí un catalizador para la promoción inmobiliaria, al igual que lo ha podido ser el turismo de golf en determinadas Comunidades Autónomas como Murcia o Andalucía.
“Cada vez es más frecuente que las compañías privadas, especialmente promotoras, entren en el capital de estaciones de esquí para asumir tanto la gestión como el desarrollo inmobiliario asociado a las mismas”, comentan desde Irea.
Fadesa y Nozar, las pioneras
Fadesa y Nozar son, por el momento, las abanderadas en esta nueva aventura. La inmobiliaria gallega ha desarrollado un proyecto en Badaguás -un municipio cercano al municipio de Jaca-, que contempla la construcción de 719 viviendas y un campo de golf. Además, a través de la empresa catalana Vallfosca Interllacs, adquirida recientemente por Fadesa, se está promoviendo un macroproyecto de esquí en el Pirineo leridano. Nozar, por su parte es propietaria de la estación de Boí Taüll, en el Pirineo catalán, donde está construyendo 390 viviendas de estética pirenaica, situadas alrededor de un campo de golf.
Tampoco las cadenas hoteleras se han quedado a la zaga. No en vano, existen en España algo más de 133.000 plazas vinculadas al esquí. Hesperia o AC Hoteles, son algunas de las compañías que abanderan numerosos establecimientos hoteleros de nieve.
Dudas sobre este modelo de negocio
No obstante, todos los proyectos conllevan algunos riesgos. “El desarrollo inmobiliario de segunda residencia ha marcado fuertemente la configuración y estructura de las estaciones de esquí españolas. No obstante, a día de hoy, empiezan a surgir dudas sobre la viabilidad de este modelo basado en la creación de segundas residencias en detrimento de un mayor número de plazas hoteleras. De ahí que para garantizar la rentabilidad de los remontes y de la estación de esquí es muy importante que el promotor alcance el equilibrio entre las camas residenciales y las camas hoteleras”, recomiendan desde Irea.
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