El consejero de Industria del GA, Arturo Aliaga, reconoció ayer en su comparecencia en la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes de Aragón a petición del Grupo Popular, las “graves dificultades de desarrollo” por las que atraviesa la estación de esquí de Panticosa, porque “tiene una mala situación técnica y un mal posicionamiento en el mercado”, según un comunicado de las Cortes autonómicas. Pese a todo, el consejero negó que Aramón vaya a cerrar el centro invernal.
Para Aliaga las cifras que arroja Panticosa no invitan al optimismo, ya que (según sus datos) en el pasado ejercicio tuvo pérdidas de dos millones de euros, sólo el 15% de los ingresos proviene de servicios complementarios, como cafetería, tiene una deficiente capacidad de esquiadores por hora, hay escasas plazas hoteleras (400), dificultades para ampliar pistas y para mejorar los accesos.
No obstante, mostró el compromiso del grupo Aramón de buscar las soluciones técnicas y de mercado necesarias para reactivar el centro invernal al que, ha asegurado, “no vamos a dejar morir de inanición”. Para ello, se ha elaborado un plan director de desarrollo del dominio esquiable, “complejo y técnico”, que busca soluciones a los problemas detectados.
El objetivo es ampliar de 115 a 120 las hectáreas, doblar la superficie de pistas de esquí, incrementar de 15 a 26 los remontes y aumentar hasta 21.000 el número de personas por hora en ellos, un proyecto con otras actuaciones que requeriría, dijo el consejero, mucho más dinero que los doce millones de euros previstos en el Plan de Inversiones de Aramón en Panticosa para 2004-2009. Pero además de las inversiones en la estación, es necesario, apuntó, incrementar la disponibilidad de plazas hoteleras, unas 800 más según sus cálculos, porque “si reformamos y no hay hoteles, no va a venir la gente”.
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