Un portavoz de la familia desveló que en febrero de 2004 llegaron a un acuerdo con Aramon para el alquiler de los citados prados cruciales para el proyecto de las pistas y que tienen una extensión de más de 100.000 metros cuadrados.
Las mismas fuentes insisten en que “no tenemos ningún inconveniente en que se hagan estas pistas pero nos negamos a vender los terrenos ya que la familia no quiere perder la propiedad sobre estos prados, que han ido pasando de padres a hijos desde hace más de 400 años”.
Asimismo, el portavoz de la familia propietaria afirma que “no entendemos por qué Aramon ahora ha decidido cambiar las condiciones y querer comprar los prados cuando antes aceptaba un alquiler e incluso se había llegado a un acuerdo por el precio a pagar”.
Por 50 años
El representante de la familia recordó que Aramon fue de entrada siempre reticente a la opción de alquiler, “pero al ver que no tenían ninguna otra posibilidad accedieron al arrendamiento siempre que fuera por un plazo mínimo de 50 años, a lo que nosotros accedimos enseguida”.
“En los prados que se han arrendado en la montaña, también por 50 años, Aramon prevé construir restaurantes y cafeterías, por lo que también se puede construir un párquing y la salida de un telecabina en unos terrenos alquilados, sin necesidad de comprarlos o expropiarlos”, sostienen las mismas fuentes.
Por su parte, fuentes de Aramon manifestaron ayer que en el caso de estos prados cerca del pueblo de Ribera “no interesa la opción del alquiler y el holding quiere comprarlos”.
Las mismas fuentes recordaron que en caso de que no se llegue a un acuerdo con la propiedad se iría a la vía de la expropiación amparándose en la ley de teleféricos.
Aramon tiene previsto invertir un montante de 90 millones de euros en el proyecto de expansión de la estación de Cerler hacia el valle de Castanesa.
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