Dicha empresa se encuentra inmersa en una delicada situación financiera ya que el Institut Català de Finances (ICF), que depende de la Generalitat, le reclama el dinero que en años pasados le prestó para realizar diferentes inversiones en el complejo. La cantidad que adeuda la empresa, propiedad de la familia Mesegué, al citado banco público asciende a casi 14 millones de euros.
El gerente de Pallars Industrial, Josep Miquel Mesegué, explicó ayer que la empresa ha decidido presentar este expediente ante el juzgado “para proteger a la empresa y a mí como administrador ya que por el hecho de no pagar al ICF podrían luego exigirme penas”.
Mesegué insistió en que la familia está negociando desde hace semanas con el ICF el retorno de la cantidad prestada y que este paso ante el juzgado era necesario puesto que la empresa adeuda una cantidad y para no incurrir en responsabilidades y penas ante la justicia.
La familia Mesegué planteó al ICF alargar el plazo de amortización, es decir, el plazo para retornar los créditos pasando de los 15 años estipulados a los 30. Según los Mesegué, fijar el plazo de retorno en 30 años “sería la fórmula correcta, para no ahogar a la empresa”.
El ICF no aceptó esta posibilidad y la estrategia que cobra más pie de que sea ejecutada es que la Generalitat entre en el accionariado de la empresa que explota las pistas de esquí por el débito contraído con ella.
Esta posibilidad de cambiar deuda por acciones es aceptada por los Mesegué siempre que “sea de forma justa”.
Cabe recordar que el ICF ya acudió al juez por las deudas contraídas por la empresa que explotaba Espot Esquí.
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