La campaña 2004-2005 va a pasar sin pena ni gloria. Y es que, a pesar de coincidir hasta con una ola de frío siberiano, las precipitaciones de nieve han sido muy poco regulares en la mayoría de complejos invernales. Sólo las estaciones de la vertiente norte, como Baqueira-Beret o algunos complejos de Andorra, se beneficiaron de ese temporal que asoló media España. En la vertiente sur hubo precipitaciones, pero el viento se llevó toda la nieve caída. Sin los cañones de nieve artificial muchas estaciones habrían tenido incluso que cerrar puertas. Y cuando la nieve escasea, faltan también esquiadores.
Xavier Moncayo, presidente del patronato de turismo Terres de Lleida, calcula que, a nivel global, las estaciones del Pirineo han recibido un 15% menos de esquiadores. Los complejos de Lleida se habían marcado el objetivo de superar el millón y medio de visitas. "Esto ya no va a ser posible", indicó ayer Moncayo.
No obstante, matiza que no hay que ser pesimistas y hay que confiar en lo que queda de temporada. Sólo Baqueira-Beret parece haberse salvado. Y como esta estación concentra el 55% del millón y medio de visitas que se esperaban en las estaciones del Pirineo de Lleida, Moncayo confía en que a final de temporada "podamos recuperar el porcentaje de esquiadores que llevamos perdidos."
Este descenso de esquiadores supone unas importantes pérdidas para un sector que mueve, por temporada, 330 millones de euros.
En las estaciones de Girona, el panorama es diferente. Y es que en esta parte del Pirineo no se vieron tan afectados por el viento, y las precipitaciones llegadas con la ola de frío siberiano fueron más generosas que en Lleida. Desde la Masella, Xavier Nolla, asegura que han recibido más de 200.000 visitas, una cifra similar a la del año pasado, mientras que tanto en Vallter 2000 como en la Vall de Núria han incrementado ligeramente la ocupación.
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