Baqueira Beret
La mayoría de las estaciones de esquí de Catalunya y Andorra cerraron sus puertas el pasado fin de semana y ha llegado la hora de hacer balance. Baqueira-Beret calcula que ha vendido esta temporada alrededor de 720.000 forfaits, treinta mil menos que la anterior campaña. A la hora de buscar una explicación a este descenso de esquiadores hay que mirar al cielo. “Jamás, en los cuarenta años de vida de esta estación, había nevado como lo ha hecho esta temporada”, explica Carles Arenado, responsable de marketing de Baqueira-Beret. “Pero estas excepcionales precipitaciones –añade– han sido más perjudiciales que beneficiosas.La climatología ha sido muy adversa, lo que ha restado esquiadores, nos ha obligado a cerrar tres días y además al haber nieve en nieve en abundancia en todas las estaciones del Pirineo, la oferta ha sido mucho más diversa para los clientes”.
Pese a todo, Carles Arenado asegura que la estación aranesa ha cumplido el objetivo marcado para esta temporada. “Hemos superado los 700.000 esquiadores previstos al inicio de la campaña de esquí (no se incluyen los forfaits de temporada y los gratuitos) y, en términos generales, aunque no podemos decir que la temporada ha sido excepcional, sí consideramos que ha sido buena”. La cifra de 720.000 esquiadores queda muy lejos de los 786.000 contabilizados en la temporada 1999-2000, una de las mejores en la larga historia de la estación de Val d’Aran. “Aquel año hubo muchas estaciones que tuvieron problemas de nieve y Baqueira se benefició de la situación”, recuerda Arenado.
Nieve para todos
Pero este invierno ha sido diferente. Ha habido nieve para todos y en abundancia. Y eso ha beneficiado a otras estaciones, como Masella, La Molina, Vallter 2000, Rasos de Peguera, Espot Esquí o Port del Comte, acostumbradas a padecer la falta de precipitaciones.
Josep Pujol, presidente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí de Montaña (ACEM), calcula que estos complejos han aumentado, a nivel global, entre un 3 y un 5 por ciento y se van a superar los 2.200.000 esquiadores contabilizados, en toda Catalunya, en la anterior campaña de invierno. Pero estos resultados no son todo los buenos que se esperaba, admite Pujol, en un invierno tan generoso en precipitaciones. “Cuatro metros de nieve provocan más problemas que beneficios en cualquier estación. Lo ideal es que caiga un palmo cada semana”, afirma el presidente de la ACEM.
Boí Taüll
Es el caso de Boí-Taüll, que ha cerrado la temporada con 130.000 esquiadores, un 6% más que el pasado año, según cifras facilitadas ayer por la estación, pero que habría podido vender 25.000 forfaits más si no se hubiera visto obligada a cerrar trece días por culpa del mal tiempo. Port Ainé, que espera cerrar con 155.000 esquiadores (15.000 más que el año pasado) ha tenido más suerte y sólo tuvo que cerrar un día la estación por condiciones meteorológicas adversas, lo que se ha notado en el balance final.
Andorra
Las inclemencias climatológicas han pasado, asimismo, factura en las estaciones de Andorra. A la hora de aventurar balances se prevé que el número de clientes rondará la cifra de la anterior temporada (2.480.000 esquiadores), adelanta una portavoz de Ski Andorra. “La acumulación de nieve en las carreteras, el riesgo de aludes o el viento han obligado a algunas estaciones a cerrar hasta nueve días y eso se nota al final de la campaña”, añade este portavoz.
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