A petición del JEFE me dejo caer por aquí con un articulillo sobre técnica, no sin antes pedir disculpas a los sufridos y fieles lectores por mi ausencia de varios meses (la cosa está muy mala y he tenido muchos líos y trabajo). El artículo en el que estaba interesado Pepe trata sobre el derrapaje, por supuesto controlado, en la técnica moderna de competición. Ron LeMaster, del que ya hemos hablado en repetidas ocasiones en este blog, lo explica extraordinariamente en este artículo que vengo a comentar: Skid with finesse to be fast.
La técnica del derrapaje no es nada nuevo, ni siquiera nada nuevo desde que que aparecieron los esquís parabólicos, pues - siempre según el artículo de LeMaster- ya Von Grueningen ganó una medalla de oro en los Campeonatos del Mundo de 2001 utilizando este "truquillo". La teoría dice que para ir rápido lo mejor es conducir con precisión y dibujar curvas limpias en el hielo. Así es casi siempre pero, a veces, dependiendo del trazado y a la velocidad que queramos negociar un palo, una pequeña derrapada nos puede ayudar a colocar mejor los esquís en la dirección deseada.
Imagen cortesía de RonLemaster © Ski racing Magazine 2008
Como vemos en la imagen, la figura uno sería la mejor aproximación teórica a la puerta pero, si vamos demasiado rápido, quizás no vamos a tener la fuerza suficiente para negociar la curva que viene a continuación. Así, al no soportar esas fuerzas, probablemente derraparemos durante la misma y perderemos tiempo y muy posiblemente nuestra línea. Sin embargo, si atravesamos los esquís haciendo una pequeña derrapada (tal como se ve el las figuras dos y tres) perderemos también un poco de tiempo, pero mucho menos que el que hubiéramos perdido en el primer caso, pues al frenar durante la curva (como en la figura uno), y no antes de ella (como en la dos y la tres), el control es menor al disminuirse el agarre. Una ventaja adicional de la derrapada es que la fuerza centrífuga se incrementará sobre el esquí exterior, recayendo sobre éste mayor presión y ayudándonos a comenzar el corte con mayor precisión.
Ese es un gesto que infinidad de corredores llevan a cabo inconscientemente, siendo considerado en ocasiones un error de anticipación o de línea. Sin embrago, si lo entrenamos sistemáticamente, incluso en nuestro esquí libre (de hecho, una técnica muy similar se emplea a veces en los baches de competición) nos proporcionará un recurso más para añadir a nuestro registro de habilidades. Como siempre, en el deporte en general y en el esquí en particular, entre el blanco y el negro, entre lo que se considera correcto, ortodoxo y "bueno", hay un infinito abanico de grises, de pequeños errores, microregulaciones y "salidas de pies del tiesto", que podemos emplear para mejorar nuestro rendimiento , esquiar más seguros y para pasárnoslo mejor.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2008