Echando un vistazo al documento sobre las perspectivas del sector de Laurent Vanat (Economía mundial del esquí, Praga, 25 Sept 2013) que ya resumió nuestro colega Ivan muy sesudamente, se me viene a la cabeza si será Rusia el destino del futuro. Hoy casi todo el mundo sueña con cosas “factibles” del tipo heliesquí en Canadá, probar el 'champagne' de Utah o hacerse un tour por las estaciones con más solera del Tirol... No tengo ni idea de si las montañas rusas pueden llegar a ofrecer algo así algún día pero ¿Y si resulta que sí? ¿Será un día un sueño de todo aficionado esquiar en el Cáucaso?
Mirando las estadísticas vemos cosa de bulto: Rusia ha hecho un enorme esfuerzo inversor - sin duda por el efecto de los Juegos de Invierno - y además muestra un mercado emergente muy grande. La zona de Sochi tiene un clima templado (una latitud similar al Pirineo) está a la orilla del Mar Negro y ubicado en un antiguo cruce de caminos euro-asiático, con lo que podemos presumir una buena oferta gastronómica y cultural. Con que resolvieran los pequeños problemas que presentan (disponibilidad de vuelos y transporte interno y algunas dificultades quizás infundadas de desarrollo y seguridad) entraría dentro de lo posible que se conviertan en un competidor duro.
Lo cierto es que para que la gente se decida a hacer un viaje de esquí largo, la oferta tiene que ser más que atractiva (cautivadora diría yo) y, como señalaba arriba, ignoro si el esquí ruso va a ofrecer algo de este estilo que lo convierta en el ensueño de todo aficionado. Si así fuera, quizás los demás concurrentes debieran empezar a ponerse nerviosos y pensar cómo van a contrarrestar esa oferta. Otro dato en este sentido son las zonas más cercanas en el Este de Europa donde el mercado del esquí crece sin parar (Chequia, Eslovaquia y Polonia, principalmente) y otras más alejadas que presentan un tímido crecimiento de visitantes internacionales, como Corea - ya consolidada y que celebrará los Juegos de 2018 - o China, prácticamente empezando pero con casi sesenta estaciones y un fortísimo atractivo turístico. Todo esto podría desplazar el “centro de gravedad” de los destinos internacionales de esquí, desde los tradicionales Alpes hacia Europa del Este.
Esta reflexión no deja de ser especulaciones de una tarde de otoño, juas, para las que seguramente tendremos más elementos de opinión tras los próximos Juegos de Invierno. Ya nos comentarán qué opinan los lectores que tengan la suerte, o ya la hayan tenido, de conocer aquellas montañas.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2013