Queridos amigos, ¿cómo estáis?¿Habéis podido esquiar este puente? Espero que sí, y que lo hayáis disfrutado.
En mi caso así ha sido, hemos esquiado y lo hemos disfrutado. Quizás no ha sido tan bueno como otras veces, por diferentes motivos, pero lo que se ha podido hacer se ha hecho. Hoy ya dejo la estación por un compromiso familiar al que tengo muchas ganas de ir, atrás han quedado dos días de buen esquí en familia y con amigos, como viene siendo tradicional en los días de “La Purísima”.
La estación nos recibió el miércoles 6 con una condición “irregular”. Se había hecho un gran trabajo, pero falta el apreciado elemento que tanto necesitamos: la nieve.
Es cierto que, como conozco bien la estación, sobre todo mis sectores de Soldeu-El Tarter, supimos movernos y encontrar lo que buscábamos.
Pero la mala noticia no venía por esa parte: el niño se había puesto malo, ya la noche anterior “avisó”. Imposible esquiar con él. Así que nos fuimos mi amigo Sergio y yo con la niña. Sergio había venido desde Pamplona y sería, sin duda, uno de los que más ganas tenía de esquiar en toda Grandvalira.
El primer contacto con la nieve esta temporada fue mejor de lo esperado, viendo las previsiones, para Sergio y mi hija. Tanto fue así que estuvimos dándole y dándole hasta que ella ya no pudo más. No había muchas pistas y la condición no era la mejor, pero eso siempre depende. En este caso encontramos lo que buscábamos.
Insisto: la estación no estaba ideal, pero se podía esquiar con una condición MUY aceptable si sabías dónde tenías que estar. El trabajo que han hecho ha sido muy bueno.
Acompañamos a mi hija a casa y aprovechamos para comer algo, poco que había prisa. Nos volvimos a esquiar y estuvimos prácticamente hasta el cierre de la estación. La parte alta estaba muy buena, aunque es cierto que el retorno, pasadas las 16’30 se hacía un poco pesado por las placas de hielo típicas que “salen” tras el paso de muchos esquiadores.
El jueves 7 la cosa fue muy distinta.
Para empezar, pudimos esquiar la familia al completo, lo cual ya cambia mucho las cosas.
En segundo lugar, decidimos probar esquís y alquilamos mi amigo Sergio y yo. Para ello nos acercamos a SKIIZ, en el Tarter, donde a las 9 de la mañana pudimos elegir entre el mucho material que hay. En mi caso probé un pepino que tenía muchas ganas de probar: un Rossignol P800 y Sergio un Rossignol EX 84 HD. En ambos casos bien asesorados por los chicos que nos atendieron.
Sorpresa: Mis esquís eran nuevos a estrenar. Muchas veces nos volvemos locos con comprar material y hay tanto que no sabemos qué elegir. En mi caso opté por probar de alquiler. Por un precio que oscila entre los 22 y los 35 euros puedes tener material en perfecto estado. En mi caso estrené esquís. ¿Vale la pena? Yo creo que sí.
La primera bajada, con una pista para nosotros solos fue como quieres que sea tu primera bajada de cualquier día bueno de esquí. Para empezar, la pista estaba PERFECTA, no sé cómo, pero el cambio que había hecho de las 16,40 del día anterior a las 9 de la mañana era espectacular.
Sobre raíles.
Así esquiamos en la primera bajada: pista ideal, esquís nuevos. ¿Qué más quieres?
Repetimos pista, cómo no, y recogimos a toda la familia, que ya estaba preparada. Con ellos hicimos también esa primera pista. Azul, en buena condición, es lo mejor para tomar contacto en la primera bajada de la temporada de mi mujer e hijo.
Enseguida nos dimos cuenta de que iba a haber más gente que el primer día, así que fuimos haciendo las pistas que más tarde se llenarían de gente para ir a zonas más altas sobre las 11’30 de la mañana.
Esquiamos muy bien, muy tranquilos, máximo viendo que había bastante gente en la estación. Por arriba las pistas que usamos estaban en la mitad de su anchura, pero lo que había estaba MUY bien. Es cierto que a todos nos gustaría que estuviera al 100%, pero un esquiador no tiene otro remedio que esquiar lo que tiene bajo sus esquís, y con eso se pueden hacer dos cosas: intentar disfrutarlo o dejar de esquiar.
En nuestro caso optamos por esquiar, y lo disfrutamos a base de bien. Tanto que llegó un momento en el que las chicas decidieron irse a casa. Las acompañé hasta abajo y la situación era un poco peor: bastante gente, se estaban levantando las famosas placas de hielo y ellas decidieron llegar hasta el aparcamiento en “el huevo”, buena opción.
Yo subí de nuevo. Y allí me esperaban Sergio y el pequeño… Parecía que los dos querían esquiar hasta que se hiciera oscuro… Lo dimos todo, y bajamos hasta abajo dándolo hasta el final.
Es cierto que hay que ser muy prudente en el retorno: gente con diferentes niveles, no siempre controlados, algunas placas, aunque muchas menos que el día anterior, … Los que tenéis experiencia ya sabéis de qué estoy hablando. Ante esas situación la precaución es tu mejor amiga.
Devolvimos los esquís en perfecto estado. En breve os contaré mis impresiones con los P800, un esquí que me ha cautivado, ya sé que todos me gustan, soy muy fácil jejeje, pero os digo que estoy deseando probarlos con la estación al 100%.
Os dejo un video de 15 segundos en los que se ve algún giro con ellos, y a Pablo estrenando unos HEAD Magnum (Lo estoy editando). ¿Está loco estrenando en esas condiciones? No, él, como yo, sabe por dónde hay que pisar, siempre te puedes llevar alguna pedrada, está claro, pero ambos volvimos con los esquís en perfecto estado. Eso dice mucho a favor de los trabajadores de la estación, que han hecho, de muy poco un buen trabajo para que podamos disfrutar.
Ahora toca esperar a lo que viene ya del cielo: la reina del invierno tiene que volver ya, se espera para hoy. Solo espero que esta vez no venga con ella el invitado que nadie quiere: el viento, que tanto daño nos ha hecho en este principio.
En breve os pondré un video para ver cómo van los P800 y los Magnum. Ya os digo una cosa: estoy deseando volver a tenerlos en mis pies.
Espero que todos estéis disfrutando del puente. Sed cautos en las pistas y en las carreteras, lo importante es llegar a casa y poder disfrutar con los buenos recuerdos que el esquí nos deja.
Una vez releído el artículo me gustaría hacer una reflexión: DEPENDE. De según cómo se mire todo depende... Jarabe de Palo escribió una magnífica canción que nos viene al pelo para contar cómo está la estación de Grandvalira en estos momentos. En mi caso estoy muy contento por haber podido esquiar en unas condiciones mínimamente aceptables. Podíamos no haber esquiado, era una opción, yo conozco de primera mano el estado de la estación. Siempre habrá quien diga que así no se puede esquiar: no estoy de acuerdo: SE PUEDE ESQUIAR, siempre que seamos consciente de nuestras limitaciones, de las del terreno, de las de las personas que están alrededor. ¿Me ha valido la pena? A mí y a mi familia sí. Sin duda, y lo volvería a hacer.
Aunque también entiendo que haya gente que piense que es mejor guardar la ocasión para cuando esté todo mejor. Por supuesto que sí.