Pues sí queridos lectores, ya hace unos días (demasiados) que acabamos la temporada en Grandvalira. Y no quería que eso pasara, pero, si lo pensamos bien, terminar esta es necesario para dar paso a la siguiente. Así que sí. Estoy y, sobre todo, estuve ese día, triste, pero ahora ya estoy más contento.
Son días distintos los últimos, por un lado, cuando estás solo, sientes una extraña sensación de tristeza y soledad en la silla y, por otro, cuando estás esquiando, tienes una sensación terriblemente buena, de agradecimiento, de suerte, de alegría. No sé, son días raros, contradictorios.
Quiero dar las gracias a todos los que habéis ayudado a que esta temporada haya sido la mejor. ¡Fantástica! Solamente la podrán superar las que vienen, espero que todas. Si tuviera que dar las gracias uno a uno se me haría imposible, pero sí quiero nombrar de manera especial a mi mujer y a mis hijos, que me hacen pasar los mejores momentos en la nieve. A los amigos con los que he podido esquiar y a todos los que apoyáis este blog con vuestras visitas y comentarios.
Aquí seguiremos intentando ser entretenidos en verano. De entrada ya os digo que hay bastantes cosas por publicar y que espero que sean de vuestro interés. Antes de empezar a escribir este blog yo agradecía muchísimo a los que publicaban cosas en verano de nuestro deporte preferido y ahora mi compromiso es el de intentar hacerlo yo también.
Disculparéis el tono del video, no era un momento alegre, pero sí un momento feliz.