La estación está situada en el Pirineo de Huesca, en el Valle de Tena. Estando solo a 4 horas y media de Madrid es uno de los destinos más visitados por los esquiadores de la capital. De todas formas, también está bien comunicado con otras grandes ciudades como Barcelona, o Bilbao en menos de 4 horas.
A pesar de ser un dominio único, los dos sectores están separados por carretera unos 15km, pero existe un servicio de bus gratuito que conecta ambas estaciones durante todo el día, y en visperas y festivos incluso hasta la noche.
En Formigal también existe un servicio gratuito de bus desde la urbanización Formigal a los parkings de Sextas y Anayet. El parking de Panticosa es único, y puede que en días de mucha afluencia tengáis que buscar aparcamiento por el pueblo.
El sector de Formigal es el más grande de los dos, con 101 pistas y 141 km esquiables. La gran ventaja que tiene es que sus 4 valles tienen acceso directo desde la carretera y podemos aparcar en el que más nos guste esquiar, para poder hacer la primera y última bajada allí.
En Panticosa tenemos 45 pistas y 39km esquiables, divididos en dos valles, pero en este caso solo se accede por uno de ellos a pistas. Hay que coger un telecabina que parte desde la base del pueblo hasta la cota 1900 en el valle de Petrosos.
Una de las mejores cosas de Formigal, es su buena conexión entre los 4 valles. A diferencia de otras estaciones, un esquiador de nivel intermedio sí que puede recorrer la estación de punta a punta sin necesidad de esquiar por caminos complicados o pistas que dudosamente serían azules, perfecto para días de esquí en familia.
En Panticosa, los dos valles tienen niveles muy diferenciados. Petrosos, al que llegamos con el telecabina, tiene variedad, desde debutantes hasta un stadium para competición. Sin embargo, Sabocos tiene las pistas negras y rojas, algunas sin pisar, más divertidas de toda la estación si tenéis ganas de emociones fuertes.
En la app de la estación podéis encontrar varias rutas para recorrer la estación, adaptados a distintos niveles de esquí que permiten conocerla a fondo. De todas formas, la señalización es muy buena, y existe un mapa de pistas casi a la salida de cada silla.
Si queréis fuera pistas, tenéis de todos los niveles. En Formigal, el valle de Izas es ideal para empezar a salirse entre las pistas, tiene poca inclinación y apenas hay obstáculos, con lo que es ideal para iniciarse en la nieve polvo. En Panticosa, el valle de Sabocos se puede inspeccionar perfectamente desde las sillas, para poder tener una buena idea de por donde bajar a continuación.
Además del Terrain Park, que es una de las referencias del freestyle en España, en Formigal tenéis otras experiencias que no debéis perderos. Una de ellas es ser arrastrado por una máquina pisapistas (Ratrack) a una zona exclusiva del valle de Portalet donde no hay remontes, aunque sí pistas pisadas. El Funny Track del valle de Izas, tiene variados obstáculos como puentes y túneles que aunque están orientados a niños, nadie os pedirá el carné, y podéis pasarlo como enanos también.
Si tenéis piernas de sobra, podéis enfrentaros al reto de bajar 1km vertical, desde los 2200m de la cota superior de Panticosa hasta el pueblo, a 1200. Las paradas son opcionales pero recomendadas.
Los remontes de Formigal son en general muy nuevos y buenos. A pesar de la enorme cantidad de esquiadores que recibe, es raro hacer colas largas, salvo en horas punta. En Panticosa sin embargo, en un fin de semana soleado puede que tengamos que hacer alguna cola más larga, por eso es recomendable visitarla un día entre semana si vais a estar esquiando varios días.
En definitiva, Formigal Panticosa es un dominio genial para esquiar 3 o 4 días conociendo Formigal a fondo y reservarse al menos un día de semana para disfrutar Panticosa y su paisaje incomparable. Es perfecta para todo tipo de esquiadores, desde familias, hasta entusiastas del freeride o locos del park.
Y como siempre, os dejo el review en vídeo para que veáis más en detalle todo.