En mi vida montañera el leitmotiv, que marcó un antes y un después en mi persona, fue el accidente mortal de un compañero en una expedición a un ochomil con el Grupo Militar de Alta Montaña y el equipo del programa de TVE de “Al filo de lo Imposible”. Aquello me hizo reflexionar y cambió mi manera de afrontar los peligros del medio natural. La senda que continuó por Atlas, Alpes, Alpes de Nueva Zelanda, Altai, Andes, Cáucaso, Pamir, Karakorum, Himalaya, Groenlandia, Patagonia, Campos de Hielo Norte, o en expediciones guiando a personal con diversas discapacidades y minusvalías a cimas como el Kilimanjaro, el Elbrus, el Cotopaxi, o en un ochomil como el Cho Oyu, siempre estuvo marcada y guiada por ese accidente.
Igualmente mi vida profesional quedó condicionada. Sentí la necesidad de que mi formación militar como profesor de montaña, esquí o escalada, se completara con otras cualificaciones como las de Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales, Auditor de Sistemas de Prevención o un Máster en Derecho de Deportes de Montaña por la Universidad de Zaragoza. Pero lo títulos no valen de nada si no los enriqueces con las experiencias que te aportan la misma realidad y los demás. Tal vez por ello, así como por mi vocación docente en el seno de la Escuela Militar de Montaña y de Operaciones Especiales, lo cierto es que me he involucrado en la divulgación y colaboración con numerosas instituciones.
He sido el responsable de Prevención del Grupo de Investigación “Salud y Seguridad en la Montaña”, el organizador y responsable del Comité Científico del I Congreso Nacional de Seguridad en Montaña; y en la actualidad colaboro con la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) y la Asociación de Scouts de España, para la implantación de sus Sistemas de Gestión del Riesgo. También soy miembro del Instituto de Calidad Turística de España (ICTE), en los Comités Técnicos de Normalización de Turismo Activo y Espacios Naturales Protegidos y me ha sido concedido el premio “Galileo Máster 2010” en la “European Satellite Navigation Competition” en Munich, por el Proyecto Científico “SafeMountain”. Además, soy el autor de los libros publicados por la editorial Desnivel, “Gestión del riesgo en montaña y en actividades al aire libre” y “Riesgo y liderazgo. Cómo organizar y guiar actividades en el medio natural”.
Llegados a este punto la pregunta es ¿por qué escribir sobre seguridad en una web como la de Nevasport? La respuesta, una vez más, debemos buscarla en el terreno emocional…
Me inicié en el esquí muy pronto, casi siendo un niño, a finales de los años sesenta. Gracias a la afición de mis padres fui de los afortunados que conoció Candanchú cuando apenas existían remontes, y cuando salir de las amables pendientes de Pista Grande para tantear el Tobazo era toda una aventura. Poco a poco fui mejorando mi técnica, hasta que finalmente, y gracias a mis profesores de esquí en el Curso Superior de Montaña, conseguí olvidarme de aquellas exageradas caderas al valle, o de aquellos esquís tan juntos por los que no se asomaba una rendija de luz…
Sin embargo, sería al terminar este curso, y al ser seleccionado para formar parte del Equipo Nacional Militar de Esquí, cuando di un salto verdaderamente cualitativo profesionalmente. Guardo un excelente recuerdo de aquellos años 90 en los que recorrimos, compitiendo en Slalom Gigante y Biathlon, las estaciones de Francia, Alemania, Suiza, Italia, Austria, Noruega o Argentina. Vivencias compartidas con algunos de los mejores corredores de los equipos nacionales de alpino y fondo, que se integraban en nuestro equipo para cumplir su año de servicio militar obligatorio.
Experiencias, que paulatinamente irían abandonando un entorno aparentemente seguro como el de las estaciones de esquí, y abriendo huella fuera de ellas. Hasta que fui víctima de un alud de placa de nieve que yo mismo desencadené. Aunar la afición por la montaña con un deporte como el esquí parece fácil, pero no lo es. Desde ese momento me prometí profundar en el conocimiento de la dinámica de la nieve y los aludes. Con los compañeros de la Jefatura del Servicio de Montaña de la Guardia Civil y de la Universidad de Zaragoza, hemos constituido el Grupo Avanzado de Tecnologías de Rescate en Nieve, y anualmente organizamos unos Foros para Especialistas en Aludes, el último de ellos en Sierra Nevada. Y con otros amigos especialistas en gestión de riesgos hemos dado forma a una web sobre seguridad en esquí, que se llama MySkiSafe, y que ya os presentaré.
Pero informar y formar, si no se completa con la participación de todos, se queda cojo. Porque mi leitmotiv blanco no es el alud que yo sufrí, sino algunos accidentes que se han producido en las estaciones de esquí y en los que me ha tocado participar como perito experto. Estoy firmemente convencido que sólo con la participación de todos podemos avanzar en la seguridad.
Alberto Ayora
