Grandvalira exprimida al máximo
Una vez en las pistas el calentamiento fue más intenso porque sabíamos que la nieve iba a estar más pastosa de lo normal.
Como podéis ver nieve no faltaba.
A primera hora de la mañana, la nieve estaba un poco dura.
Base El Tarter.
Los remontes eran solo para nosotros…
Una paradita de descanso.
Los cuatro magníficos y el cámara.
Siempre que vamos a Grandvalira nos decantamos por la pista Rossinyol, que fue la pista donde estuvimos la mayor parte del fin de semana.
Parecía que la habíamos reservado solo para nosotros…
Sus curvas con peralte al revés, su recorrido entre el bosque y que el remonte es muy rápido hacen que tenga los ingredientes para pasar un buen rato.
Había que coger bastante velocidad en algunos momentos porque al estar la nieve pastosa te frenaba mucho y no llegabas al destino.
Mucha nieve y poca gente.
Aunque hacía calor, un caldito entraba de maravilla, aquí Guillem poniéndose el suyo.
De camino a Grau Roig.
Al fondo se ve uno de los bastantes aludes que habían.
Qué comodidad subir en el remonte con cinta transportadora.
Vista parking Grau Roig.
Aquí Ismael y Ximo cogiendo velocidad para no quedarse parados.
Vista de la Pista Negra Granota, otra de nuestras favoritas.
A la derecha el Lago de Pessons.
El Tk Montmalús que nos subía a la Pista Granota.
Tuvimos que andar un poco para llegar a la pista…
…y empezó la diversión.
Como hacía tanto calor caía agua por todos lados.
Este es el telesilla Pic blanc de acceso a Pas de la casa.
Ángel observando el Puerto d´envalira.
La foto que nunca falta en mis reportajes.
Ya bajando hacía Soldeu y dando por terminada la jornada de esquí.
Como el día alarga por el cambio de horario, nos fuimos a Naturlandia, para tirarnos por el Tobotronc, que es el tobogán más largo del mundo, con 5,3 km de recorrido.
Disfrutamos mucho de esta atracción, es muy divertida y descargamos la poca adrenalina que nos quedaba después del día de esquí.
Aún nos sobró tiempo para ir de compras, jajajaja
Ha sido uno de los mejores fines de semana de la temporada, yo creo que la doy ya por finalizada, esperando empezar la próxima y que Ana, mi mujer, nos pueda acompañar de nuevo.