Donde mejor nieve encontramos fue en Stubai Gletcher, o Glaciar de Stubai, situado a escasos 40 minutos de Innsbruck, donde puedes disfrutar de nieve durante todo el año. En tan solo 2 telecabinas, se asciende desde 1700 hasta 3343 donde te espera una bajada de 1 hora larga, o si más bien lo prefieres en la mitad de tiempo llegas al centro de la estación situado en una cota media, donde encontrarás restaurantes con buenos precios, tienda, alquiler, zonas infantiles… Por lo visto el viento a veces es un problema, pero nosotros nos encontramos con excelentes condiciones y una temperatura media de -5ºC acompañada de un sol explendido.
Dejando a la mujer a recoger a los niños a la escuela (hay que aprovechar cada minuto) me subí de nuevo a lo más alto a disfrutar de las vistas de los alpes y dolomitas, y descubrí una pista que descendía hacia la otra cara de la montaña; Allí me encontré con el Snowpark de Stubai, estas zonas llenas de gigantes saltos y barandillas donde los jóvenes realizan todo tipo de maniobras entre adrenalina y algún que otro golpe, conocidos en Austria como Funparks.
La verdad que me quedé atónito viendo a aquellos chavales volando tanto tiempo, donde nada se escuchaba, era algo que te creaba tensión solo de verlo, y llegaba a transmitirme un poco de esa adrenalina que debía de estar fluyendo en la sangre de aquellos chavales como si de una manguera de bomberos se tratase. Me acerqué hasta la zona más alta de los saltos, donde esperaban su turno, cuando un joven de no más de 13 años realizó unas piruetas increíbles sobre sus skis, casi me caigo solo de verlo, y obra de mi impresión, me saltó un ‘’¡¡joder!!’’ ( tan típico de los españoles…) y fue entonces cuando un joven se giró rápidamente y me contestó: ¡Ya te digo, me estoy hasta cagando solo de verlo… no hay manera de acostumbrarse a esto!
Comencé a charlar con aquel chaval, aunque corta conversación, palabras sinceras y llenas de realidad, de una mente despierta y realista, que me recordaron una época de mi vida, aunque nada que ver en realidad con mi generación: mientras yo estaba en la mili, este joven cántabro universitario en Madrid, estaba cursando un año de Erasmus en la capital de los Alpes haciendo uno de los deportes extremos de los muchos me dijo que le gustaba practicar; el Snowboard. En pocos minutos hablamos de la realidad de España, de cómo estaba el país, de que los políticos solo hacían perder el tiempo… Dijo algo así como ‘’dicen que invierten en cultura cuando lo que hacen es gastar millones de euros en eventos y tonterías para la televisión, en vez de darse cuenta que la cultura nace en la sociedad, y lo que hay que hacer es moldearla y fomentarla, el deporte en cualquiera de sus modalidades es tan solo una de las tantas formas de hacerlo’’
Cuando estás mucho tiempo fuera de casa, y si a esto le sumas ser apenas un adolescente, cualquier oportunidad que se tiene como ésta, lo más normal es añorar lo que uno extraña… charlamos sobre las cosas de casa, un buen plato de lentejas, tus padres todo el dia encima de ti, las comidas de las abuelas, los amigos… Hasta que no sé cómo le nombré el buen momento en el que se encuentra el deporte español, y me di cuenta enseguida que había tocado una herida en su joven carrera. Recuerdo la descarga de sus palabras, almacenadas en su cabeza como apunto de desbordarse ‘’ En España si no es en fútbol, tenis o algo por el estilo, no tiene caso educarte junto al deporte, allí o te haces deportista millonario para toda tu vida, o pierdes tiempo y dinero en los años donde podías ponerte a estudiar. Aunque en realidad si te lo montas bien y trabajas duro, puedes disfrutar del deporte para tí a la vez que te preparas para el futuro. Aquí estoy yo, con una beca que no me da ni para la casa, arreglando las fijaciones de la tabla en mi casa con parches, y trabajando para ir a ver a mi novia, pero Dios sabe la suerte que tengo, ai que si lo sabe! Cuantos de mis amigos que podían haber triunfado en cualquier deporte se quedaron por el camino entre los estudios y este, en un agujero marcado por las drogas y las letras del banco...’’ Y cuánta razón tenía aquel joven.
En otro país, cualquiera de estos chavales tendría una beca por deporte, la Universidad pagada, y se formaría saludablemente en un buen entorno fomentado por el Ministerio de Cultura y Educación, en lugar de dedicarse a fanfarronear con estúpidos eventos y discutir entre ellos. Conciben el deporte como forma de hacer dinero o telespectadores, y no como es en realidad y lo fue desde tiempos atrás a los Romanos; Una parte más de la educación y la virtud del hombre, los valores de la convivencia, la responsabilidad, la autoconfianza.
Me sorprendieron la madurez de sus palabras, parecía como si por sí mismo hubiese observado cómo se fue formando la realidad que ahora mismo nos rodea, y hubiese crecido en su propio molde, esculpido por la búsqueda de triunfar donde lo viese posible, pero arriesgando responsablemente.
Aunque eso de arriesgar, queda dentro de los límites de cada uno; Tras estas palabras que no olvidaré, me dio la mano, me deseó una feliz estancia y tras preguntarle su mail para enviarle la foto que seguido tomaría de él, se lanzó por aquella impresionante rampa, como quien se quita esta espina de la realidad en apenas 3 segundos de vuelo.
Desde aquí mucho ánimo, no me cabe duda de que conseguirás aquello a lo que aspires, espero que puedas hacer ese viaje a Nueva York a ver a tu novia, y que tengas mucha suerte en el futuro.
Saludos blancos y feliz año a todos!