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Última actualización: 29/04/2024 a las 11:23:10 (CET)

Visita ALYESKA de la mano de Haglöfs y Per Jonsson

Visita ALYESKA de la mano de Haglöfs y Per Jonsson
Ahora que verdaderamente ya empieza el invierno, os invitamos a soñar con el viaje a Alyeska del freeskier y telemarker de Haglöfs Per Jonsson.


Ahora que verdaderamente ya empieza el invierno, os invitamos a soñar con el viaje a Alyeska del freeskier y telemarker de Haglöfs Per Jonsson.

En el momento en el que cuelgo el teléfono, casi puedo sentir el suelo balanceándose debajo de mí. Confirmado, Anna Lissola, el fotógrafo Markus Alatalo y yo íbamos a esquiar en el Ayeska ski resort de Alaska. Difícilmente me lo podía creer, pero era verdad.



Todos tenemos sueños; cosas que queremos comprar o lugares que queremos visitar. Alaska ha sido mi sueño desde el primer video de esquí que vi rodado en esas montañas. Pensar en Alaska siempre ha sido para mí como pensar en el paraíso; en el lugar donde pone “Last Frontier” donde no dejan de caer enormes cantidades de nieve en todo el invierno.



Me desperté pronto el día que salimos. Fue una de esas mañanas en las que te levantas antes de que suene la alarma, a pesar de haber descansado solo unas horas. Me fue difícil dormir la noche antes dándole vueltas al viaje. ¿Cómo sería? ¿Tal como lo había imaginado? ¿Saldría todo perfecto?



El viaje fue muy duro, partimos de Estocolmo, vía Amsterdam hacia Minneapolis, según los billetes, tardaríamos 24 horas excluyendo el viaje final en coche. No fue exactamente un paso dominical – tuvimos un mal comienzo por un fallo técnico en el avión que se retrasó dos horas y aterrizamos en Anchorage a las 3 a.m. en vez de a la 1 a.m. como habíamos planeado. La compañía de alquiler de vehículos cerraba su oficina a las 2 a.m. y no volvió a abrir hasta las 6 a.m. Esto significaba que no podíamos coger nuestro coche y nuestra única opción era estirarnos en un frío suelo de mármol en el aeropuerto de Anchorage y esperar a que pasase el tiempo. Jugamos a cartas, escuchamos música y divertirnos hasta que finalmente nos dormimos exhaustos.



A la mañana siguiente pudimos coger el coche y continuar. A la 8 a.m., después de 28 horas de viaje finalmente llegamos a Girdwood y al hotel Alyeska. El pueblo es pequeño, con pocos cientos de habitantes y el lugar de reunión es la gasolinera situada al lado de la carretera. Gran parte del pueblo se concentra alrededor del hotel y la mayoría de los habitantes del pueblo son esquiadores experimentados o apasionados de las motos de nieve.

Anna, Marcus y yo estábamos increíblemente cansados después del largo viaje y a causa de la diferencia horaria. Pero a pesar de que lo recomendable hubiese sido dormir, intentarlo hubiese sido inútil. Después de un par de cafés estábamos en el telecabina de camino a las pistas, llenos de cafeína y ganas.



A los quince minutos de esquí, decidí salir de pista pero tan pronto como pase los límites, mis esquís empezaron a botar incontrolablemente. Era una roca de hielo en vez de nieve y las antiguas pistas eran como una pista de bobsleigh; si tenías los esquís allá todo lo que podías hacer era esperar e ir hacia delante. Simplemente no lo entendí. ¿Hemos viajado hasta tan lejos para esquiar en hielo? ¿Dónde estaba la nieve polvo y el sol? ¡Esto NO era lo que había imaginado de Alaska!





Bien, al cabo de unas horas el sol estaba arriba en el cielo. La nieve era totalmente polvo. Las pistas de bobsleight se habían descongelado al igual que mi estado de ánimo y hemos a disfrutar del paraíso salvaje que es Alyeska.



Ponerse los esquís después de 28 horas de viaje no es la cosa más fácil de hacer. Nuestras piernas estaban pesadas como el plomo, nuestras cabezas no se aguantaban y al cabo de unas horas estábamos tan exhaustos que casi ni veíamos el relieve con claridad. Decidimos quitarnos las botas y explorar los alrededores que no habíamos visto mucho porque era oscuro cuando llegamos.



Nos tomamos un café y nos fuimos al hotel para pasar una más que necesaria noche de sueño y para poder reponer fuerzas.

Al levantarme el día siguiente, miré por la ventana y vi que había nevado. Teníamos tantas ganas de poder que bajamos a desayunar ya con las botas puestas



Después de un desayuno de aquellos que harían estremecer a un nutricionista (huevos, bacon, pancakes…) fuimos ansiosos hacia el telecabina.

La nevada dejó 40cm. de nieve polvo que cubría todas las pistas. La montaña tenía esa imagen tan espectacular que había visto en las películas de esquí.



Seguimos a un grupo de gente local. Uno de ellos, Gary Machburn, había estado 35 temporadas en el Alyeska Resort. Nos subimos en un telesilla de 6 que nos dejó en Christmas Chute. La nieve era mágica y volaba en cada giro. La nieve estaba perfecta, era posible girar un poco más en cualquier momento para reducir la velocidad cuando fuese necesario.

Cuando nos rencontramos en la cola del telesilla comprendí que el largo viaje había valido la pena. Este era el motivo por el que estábamos en Alaska, para esquiar sobre enormes cantidades de nieve nueva y en los lugares más espectaculares.



Antes de acabar la jornada, nuestro guía, Jeff, nos llevó a un lugar en el que se formaban avalanchas. Jeff investigó el riesgo de avalancha, la superficie de nieve estaba estable. “Permanecer detrás de mi huella” fue lo último que dijo antes de descender por el disperso bosque.



Aunque no brillaba el sol, el paquetón de nieve era espectacular, la visibilidad era suficiente y no había ninguna pisada en todo el descenso.



Los esquís de macro patín que había escogido para ese día estaban en su propio hábitat y era como surfear por la pendiente. A veces tenía que parar, no por estar cansado, sino porque no podía respirar de la cantidad de nieve que había. La sensación de esquiar por esa nieve virgen era increíble.



Los días y las noches pasaban. Lo único que nos recordaba que los días pasaban eran nuestro cansancio y nuestros débiles muslos.









Cuando, por última vez miré por la ventana de mi habitación vi que el grosor de nieve era incluso mayor. Comprendí que sería un día memorable dentro del viaje de mis sueños.

Desee que durase para siempre.

Texto: Per Jonsson – Haglöfs





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  • Pincho en el Mackinley (Alaska) Publicado el 23/06/2005

12 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    23/11/2010 23:42
    #1
    Que chulo!!! que envidia!!! que pasada!!! mi destino soñado!!! podrías dar mas datos??? hay estaciones cercanas??? desnivel??? recomendaciones de viaje....gracias

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    • Gracias!
  • sls
    sls
    #2
    Fecha comentario:
    24/11/2010 08:56
    #2
    buffff, la pera.

    qué buen repor.... gracias!!!

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    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    24/11/2010 10:15
    #3
    Magnifico reportaje y más magnifico aun el viaje.

    El dia que me haga yo uno de estos pedazo de viajes ya me puedo morir tranquilo.

    ¡que envidia!

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  • #4
    Fecha comentario:
    24/11/2010 10:34
    #4
    El mejor reportaje que he visto por aquí. Me encanta Alaska, no he visto lugar en el mundo más espectacular (estuve en verano) y las sensaciones que transmites del esquí son increíbles... En Europe el powder es muy difícil y menos tan seco...

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  • #5
    Fecha comentario:
    24/11/2010 11:43
    #5
    Precioso reportaje .gracias.

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  • ALY
    ALY
    #6
    Fecha comentario:
    24/11/2010 12:09
    #6
    Pedazo reportaje, el lugar increible, las fotos una pasada y la narración de flipar.Gracias.

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    • Gracias!
  • #7
    Fecha comentario:
    24/11/2010 12:41
    #7
    Inhumano!! Pedazo fotos

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    • Gracias!
  • #8
    Fecha comentario:
    24/11/2010 17:19
    #8
    Como me reuerda a Noruega.., en cuanto a los paisajes..., en cuanto a los riders... jugais en otra liga.
    Benisimo...!!!!

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  • #9
    Fecha comentario:
    24/11/2010 18:28
    #9
    Que pasada...

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    • Gracias!
  • #10
    Fecha comentario:
    24/11/2010 21:09
    #10
    Guapo!
    Qué buenas fotos!

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    • Gracias!
  • #11
    Fecha comentario:
    26/11/2010 13:02
    #11
    Muy bueno el telemarker, menuda pasada de sitio.

    En esta estación se celebra uno de los festivales de telemark más míticos de Norteamerica, el "Telepalooza", dentro de él se celebran los "World Telemark Free-skiing championships"

    En la página hay información de la zona

    Un vídedo del Telepalooza 2009

    Un vídeo del World Telemark Free-skiing championships Alyeska 2009

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    • Gracias!
  • #12
    Fecha comentario:
    17/10/2011 16:36
    #12
    Buenas. Me encanta este sitio i el hinvierno que viene me encantaria poder ir, i me gustaria, si es possible, que me indicaras como encontrar una forma barata de ir hasta allí y estar allí.
    Mi sueño es llegar a Alaska y Canada. De momento solo he llegado a los Alpes Franceses.
    Muchas gràcias, espero tu respuesta.

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