Este es el macro-dominio de Sölden...
Comentar que a pesar de ser una estación enorme y con mucha gente, los parkings son gratuitos, a ver si vamos aprendiendo que cuando la gente va a esquiar a las estaciones hay que darles facilidades y eso de cobrar el parking es de muy mal gusto.
Nada más llegar a la estación nos encontramos con este precioso telesilla encapotado
La verdad es que tiene que ser cojonudo poner la capota en un día de niebla...
Enormes pistas para practicar el carving...
Jom buscando líneas de freeride
A pesar de su enorme tamaño, Sölden es una estación más pistera que otras macro-estaciones del Tirol, ideal para esquí en pista pero algo más escasa que Ischgl o St Anton en lo que se refiere a zonas de freeride, al menos a primera vista, seguro que los locales encuentran auténticas joyas del fuera de pista por aquí.
Preciosas iglesias como esta son muy comunes en mitad de las pistas austriacas...
El glaciar al fondo, con una nieve estupenda, una de las mejores bajadas del día la hicimos en esta zona
Los Alpes a nuestros pies...
Frikeando en el glaciar...
Vaya pedazo de picos y desniveles
El primo posando con un precioso glaciar detrás...
Y ahora le toca a Black Rider (foto dedicada a sus admiradoras)
Llegando al pueblo
La siguiente imagen refleja un poco el espíritu del Tirol, se respira historia solo con ver esas cabañas tan "añejas" y no os perdáis el detalle del señor del mono retro, es muy habitual ver a gente con equipos de los años 80 o 90 esquiando, tanto esquís como ropa, aquí tienen muy pocos complejos con eso de la equipación.
Típico bar a pie de pistas, con la música a saco y repleto de ingleses borrachos, algunos nada más salir del bar se calzan los esquís y se estampan directamente contra alguna valla de protección
Ya de vuelta en el pueblo, una típica decoración de macro-estación austriaca, vaya culos
Y un estupendo día de esquí no podía acabar sin unas buenas cervezas en un típico bar de apre-ski austriaco
En resumen, Sölden pues bien, demasiada gente para nuestro gusto y una ambiente demasiado turístico, la estación muy pistera aunque con pistas realmente increibles, está claro por qué es uno de los cuarteles generales de la Copa del Mundo. No nos gustó demasiado ese ambiente de apreskí lleno de ingleses y rusos borrachos bailando insoportable música eurodance, supongo que nos estamos haciendo viejos
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