Muchas órdenes por revisar para nuestros pies
Si partimos de que un viraje realizado con una buena técnica aporta disfrute, seguridad, velocidad, décimas de segundo, etc.., sería interesante sacar partido de nuestra propia técnica con algunos patrones que posiblemente pasamos desapercibidos y que pueden contribuir a buscar nuevas sensaciones.
En general podemos definir que el cambio de cantos se realiza mediante la ejecución de flexo-extensiones de cadera, rodillas y tobillos, y que unido al desplazamiento lateral de las rodillas y la basculación de la cadera, son aspectos que componen una buena técnica en el viraje.
Si incorporamos la inclinación del esquiador hacia el centro de la curva descendiendo su centro de gravedad, llegamos a testar el momento del cambio y el control de los cantos manejando cada uno con sus diferentes funciones.
"Muchos conceptos resumidos, que debemos trasladar a nuestros pies con el objetivo de ir cortando la nieve y dejar una huella limpia"

"Si queremos evolucionar, hay que experimentar habilidades que nos desvelen nuevas sensaciones y cómo sacar partido a los cambios de presiones sin desarrollar un esfuerzo innecesario"
Cada uno a su manera 😎
La morfología, la propiocepción y la propia mente de la persona, hace que haya que analizar y valorar recursos adaptados a cada esquiador, como es lógico en cualquier disciplina.
Una acción compleja y según nuestra experiencia..., es afianzar la posición correcta cuando las piernas hacen el canto interior, dado que, en aras al desequilibrio, esta rodilla pierde el paralelismo respecto a la exterior, ejerciendo una presión errónea y como consecuencia un canto plano.

Cada pierna trabaja de manera independiente, y dado que los movimientos son muy rápidos, suele ser un gesto muy fino que pasa desapercibido y que aporta mucho valor una vez comprendido y automatizado.

Angulación de la rodilla hacia el interior de la curva
La rodilla del esquiador debería angular hacia el interior de la curva, si queremos conseguir que el ángulo de canteo de los esquís, sea muy similar o incluso el mismo:
- Acortamos la pierna con flexión a nivel de articulación de rodilla desde distintos puntos de gravedad.
- Percibimos el efecto de la carga en ambos pies y valoramos que corresponde al exterior y cuanto aligera el interior.
- Buscamos la posición de la inclinación de la pierna interior hacia el interior del viraje, o la separación de la rodilla hacia una posición exterior del canto interior.
Habría que analizar y comprender varios aspectos:
- Una carga excesiva sobre el canto interior y una posición de la rodilla incorrecta deriva en un canto interior plano.
- Si las piernas no van paralelas el ángulo de canteo va a ser diferente dado que una pierna no sigue a la otra y por lo tanto los movimientos de pies y tobillos no son correctos.
- Si los esquís no van en la misma dirección, difícilmente lograremos inclinarlos correctamente sobre los cantos con el objetivo de generar ángulos similares.
Bien por morfología (genu varo-valgo), actos involuntarios provocados en defensa del equilibrio, o por falta de regulación en este gesto, distorsionamos el canteo, dado que buscamos defendernos con el exterior olvidándonos de la posición que requiere el interior.
Cambio de patrones en seco
Consideramos necesario en un entrenamiento en seco, disociar las posiciones de abajo a arriba, e ir interconectando los movimientos afianzados, para entender que conductas motoras en situación de equilibrio dinámico, distorsionan la posición de pies y tobillos, y que puedan concluir en una errónea angulación de cantos.
También es necesario conocer la opinión del esquiador acerca del concepto que tiene de su propia técnica, para estudiar sus acciones motoras e ir pautando movimientos que sirvan necesariamente de retroalimentación y análisis ante un espejo.
Se trata de evolucionar paulatinamente en base a pequeñas regulaciones e ir afianzando movimientos que primero han de entenderse, trabajarlos y finalmente automatizarlos.
Un acto reflejo muy común, en situación de desequilibrio y según nuestra experiencia, suele provocar una reacción automática e involuntaria en la posición de las rodillas, provocando que se junten en la mayoría de los casos, siendo la pierna interior la que busca una contraria angulación para proteger el desequilibrio.
El objetivo es plantear el trabajo de abajo a arriba progresivamente, controlando inicialmente el equilibrio con una sujeción, (empezamos a educar el centrado), y simplemente con variaciones del centro de gravedad.
El esquiador ha de concentrarse en movimientos concretos y analizar la repercusión de las diferentes presiones ejercidas en la planta de los pies, derivadas de diferentes regulaciones de posición y como revierten en los cantos.
El feedback que recibimos de nuestros alumnos particulares online es muy interesante, dado que, una vez comprendido este gesto, se llega a valorar esa necesaria regulación de posición de la pierna interior, para evitar que el canto interior trabaje plano.
Una vez comprendido el gesto y automatizado, nos ayudamos de sensores para verificar que nuestros cantos angulan simétricamente y que, en el avance del entrenamiento, en el que se incorpora paulatinamente el equilibrio, hasta llegar a desequilibrios provocados, contribuyan a no perder la posición afianzada.
No recomendamos instalar los sensores en la máquina hasta que no se automatice este movimiento en posición centrada, y sin el factor equilibrio, dado que en su formato indoor son muy exigentes con la angulación simétrica de los cantos.
Pretendemos que motiven y no frustren, jeje 😉
"No olvidemos que los buenos resultados en el esquí parten de una buena preparación física general y de las habilidades que queramos adquirir para evolucionar"
