DÍA 34 DE ESQUÍ SAFARI. ISCHGL. 29 DE ENERO.
La noche anterior me pongo de acuerdo con The Dude, Tombaway y compañía para volver a esquiar juntos, esta vez en ISCHGL.
Ischgl es mi estación preferida del Tirol austriaco, tiene 239 kilómetros de pistas y es el resultado de la unión de dos estaciones, Ischgl en la parte austriaca y Samnaun en la parte suiza.
Es una estación en la que la mayoría del tiempo se esta esquiando a más de 2000m de altura, con seis puntos distintos a más de 2600m en los que se llega con remontes. Por su situación y altura suele tener una buena cantidad y calidad de nieve.
Para subir a la estación desde Ischgl se dispone de tres telecabinas, siendo dos de ellos 3S (de tres cables con cabinas grandes) y desde Samnaun dos teleféricos, uno de ellos de doble piso.
Y una vez que estas arriba la facilidad con la que te mueves por la estación es fabulosa, todo son telesillas modernos y rápidos, la mayoría de 6 y 8 plazas con capota y muchos de ellos con asientos calefactados,
Es una gozada empalmar bajadas sin descanso, una detrás de otra, es una estación en la que puedes batir tu récord de kilómetros y desnivel acumulado con facilidad.
Subo en el espectacular 3S a Pardatschgrat donde me encuentro con este panorama:
Otra ver me toca esperarlos un buen rato, pero en cuanto llegan nos ponemos a la faena, nos vamos a la zona de Palinkopf donde disfrutamos de unas estupendas bajadas, la nieva esta de lujo y hay visibilidad total.
Les propongo subir a Val Gronda en el teleférico, a lo que acceden encantados ya que una vez arriba no hay pistas, solo una skirun en un valle y nada en el otro, todo el que sube aquí solo hace fuera de pista.
El grupo alucina y se pasa toda la subida mirando la montaña y haciendo planes de bajada.
Cuando llegamos arriba este es nuestro estado de animo:
La mayoría decide buscar las palas más inclinadas pero yo no me veo capacitado para ello, y decido bajar por el valle de la izquierda que no esta nada mal, son más de 900m de desnivel y no hay absolutamente nada en todo el recorrido, ninguna construcción ni cartel hasta llegar al telesilla.
The Dude se apunta conmigo y empezamos a bajar con la montaña solo para nosotros.
The Dude esta encantado, no se esperaba tal aventura.
Seguimos dándole con algunas paradas para elegir el mejor recorrido, es una montaña en la que prácticamente todo es trillable.
Me paro para hacer fotos y The Dude casi desaparece de mi vista, es el puntito rojo que se ve a lo lejos:
Al final del valle nos espera mi telesilla favorito, el E4 Gampen, que además de tener tapiz rodante, capota, asientos deportivos calefactados, etc, sube un desnivel de nada menos que 924m. récord mundial, y da acceso a multitud de interesante pistas rojas y negras, un par de skirun y una buena zona de fuera de pista.
Aquí estoy a la salida del telesilla disfrutando de las formidables vistas:
The Dude esta pletórico, y no es para menos
Después de unas llamadas por teléfono conseguimos reunirnos con otros integrantes del grupo, algo difícil debido a lo enorme de la estación.
En la parte suiza también hay zonas de gran belleza y fuera de pista "a tutiplen"
Seguimos por la parte suiza
Ischgl tiene fama de que suele haber mucha gente, pero siempre puedes encontrar sitios donde esquiar prácticamente solo, como en esta zona que a pesar de tener varias pistas no hay "ni el tato"
A la izquierda Austria y a la derecha Suiza ¿hacia donde ir? difícil decisión
Volvemos a la parte austriaca
El grupo se dispersa y me quedo solo con tombaway, fenomenal persona y con un nivel de esquí muy elevado, que tiene la deferencia de darme unas clases de esquí que me vienen fenomenal, con sus consejos voy mejorando y consigo disfrutar más todavía de nuestra afición.
Y es que no se puede pedir más, un excelente profesor en una estación de 10 y con las pistas prácticamente vacias.
Pero todo llega a su fin y hay que volver.
La vuelta a casa en Ischgl es especial, muchos bajan en los telecabinas pero el resto son muchos miles y es un espectáculo ver tantísima gente enfrentarse a las inclinadas palas, sobre todo cuando hay un mar de bañeras, hoy no las hay pero aun así nos paramos un rato a verlo.
Tombaway flipando con el espectáculo, aunque en la foto no se aprecia la cantidad de gente ni la inclinación.
Después de acabar otro día genial me vuelven a invitar a su hotel para bañarme en la piscina y ducharme, algo que es muy de agradecer cuando vas en furgoneta camper.
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