Recuerdo la primera vez que visité el Balneario de Panticosa. Fue hace casi seis años, cuando Juanjo (
YF-18) me llevó a hacer
mi primer tresmil: El pico del Infierno Occidental. Aquella vez tuve bastante con un pico, pero tenía ganas de completar todo el circo de Panticosa, así que esta vez vine a por todos.
La idea en principio era hacer el cresterío completo en el día, pero finalmente tuvimos una tarde de sobra y decidimos partirlo en dos jornadas, una primera de aproximación y al día siguiente atacar toda la arista con sus nueve tresmiles. Salimos del Balneario de Panticosa, lugar que a mi parecer se han cargado con tanta construcción. Menos mal que el entorno acompaña. Tomamos el GR-11 junto al refugio de la Casa de Piedra y comenzamos a subir de inmediato.
Preciosa la zona de las cascadas, a pocos minutos del balneario:
Al rato llegamos a la llamada "Cuesta del Fraile". Recuerdo que me costó bastante más la primera vez que la subí...
El cielo se va tapando, aunque por suerte las nubes son altas y no nos tapan estas vistas:
En una hora y cuarto nos plantamos en el Embalse Bajo de Bachimaña:
Donde se encuentra en construcción lo que será el Refugio de Bachimaña:
Continuamos por el GR-11, dejando a la derecha el Embalse Alto de Bachimaña.
Llega un momento en el que el GR-11 gira hacia la izquierda para dirigirse hacia los Ibones Azules. Por arriba ya asoman los Picos del Infierno, donde parece que no hace tan buen tiempo...
Sin dificultades se avanza hasta llegar al Ibón Azul Inferior, nosotros continuamos un poco más arriba.
En el Ibón Azul Superior hay un par de vivacs con suelo herboso para poner la tienda con los Infiernos como telón de fondo. Pasaremos la noche a poco menos de 2.400 metros.
Las ovejas vienen de visita.
La tarde se queda nublada y ventosa, a pesar de que la previsión anunciaba apertura de claros. Aprovechamos para dar una vuelta por los alrededores y entrar en calor.
Menudas vistas y menudo sitio más majo para poner la tienda jeje
Son las 7 de la mañana. Durante el principio de la noche llovió un poco, lo que no era un buen presagio. Abrir la tienda y encontrarnos el cielo totalmente limpio fue todo un respiro.
Y antes de ponernos en marcha, una foto que no pude hacer el día anterior por el oleaje que había en los ibones. Dentro de un rato estaremos allí arriba:
Vamos al lio! Son las 8 de la mañana y partimos siguiendo nuevamente el GR-11 en dirección Respomuso, toca cuesta arriba nada más salir por un terreno de piedra suelta, aunque la senda facilita las cosas. En este punto conviene coger agua, si lo dejamos para más tarde es muy probable que ya no podamos recargar.
El Glaciar del Infierno aparece a nuestra izquierda, pequeño pero ahí aguanta. En el centro también se ve la brecha del Corredor Norte de los Infiernos, por cuya salida pasaremos más tarde.
La senda se va haciendo cada vez más difusa puesto que el terreno se torna pedregoso. Estamos a pocos metros del Cuello del Infierno, lugar donde abandonaremos el GR-11 saliendo hacia la izquierda.
Lo que nos encontramos al otro lado del collado es el impresionante Ibón de Tebarray, con el pico de igual nombre sobre él y el macizo del Balaitous en segundo plano. ¡Menuda vista!
Vamos ganando altura primero por una senda bien marcada, para más tarde pasar a una zona de chimeneas en la que es fácil despistarse, aunque hay bastantes hitos por la zona. Nosotros tiramos por esta (I+).
Dependiendo de por donde subamos, llegaremos más hacia la cara sur o hacia la cresta que da al Glaciar del Infierno. Nosotros llegamos a esta última, desde donde ya hay unas vistas imponentes:
Las vistas son espectaculares. Mire a donde mire siempre aparece algún viejo conocido como Collarada (derecha de la foto).
Se sigue en dirección Sur hasta dar a parar a la vertiente opuesta, por donde vuelve a aparecer una senda bien indicada que discurre por la parte superior de la marmolera.
Poco antes de coronar la primera cima hacemos una parada para comer algo. A la vista ya tenemos gran parte del cresterío que haremos en las próximas horas.
Caminando y pasando por alguna trepada muy sencilla llegaos a la primera cima del día, el
Pico del Infierno Occidental (3.073 m.). Hasta aquí empleamos 1 hora y 45 minutos con paradas. Vuelta a mi primer tresmil, ¡qué recuerdos! Avanzamos siguiendo la cresta hacia el siguiente de los picos.
Hacia el Balaitous podemos ver otros prestigiosos picos como la Torre de Costerillou, el que dicen es el tresmil más difícil de Pirineos. Habrá que ir a verlo.
La cresta que une los diferentes Infiernos es aérea pero muy fácil. Llegamos al
Pico del Infierno Central (3.082 m.) sin prácticamente utilizar las manos. Esta es la cima más elevada de las nueve que iremos recorriendo.
Se baja de la cima por una senda que nos conduce hasta un collado donde llega por nuestra izquierda el Corredor Norte de los Infiernos (vía invernal). Perdemos un poco de altura para enfilar un corredor (trazo amarillo continuo) que nos deja en la misma cima sin mayores problemas. Por este mismo corredor bajaremos posteriormente para acceder a los Arnales (trazo amarillo discontinuo).
Parte final del corredor en cuestión. Terreno inestable.
Cima del Pico del Infierno Oriental (3.076 m.). Echando la vista atrás vemos los otros dos Infiernos y toda la cresta que hemos recorrido en apenas 15 minutos. Al fondo asoma el omnipresente Midi d'Ossau:
La reseña que seguimos es la de Miquel Capdevila en su libro "Los tresmiles en 30 jornadas". En ella se habla de continuar por la cresta hasta encontrarse con una brecha (III) que puede rapelarse con una instalación de cintas y cordinos ya existente, aunque también es posible destreparla con cuidado. Decidimos no cargar con la cuerda y el material para rapelar, pero cuando estábamos en la cima vimos más factible dejar la cresta y bajar por la parte derecha de la misma buscando alguno de los corredores que descienden. Por ello retrocedemos sobre nuestros pasos y enfilamos el corredor de subida para después ir girando hacia la izquierda cuando la pendiente suaviza (ojo, terreno muy suelto). En la foto puede verse al fondo el Pico Pondiellos flanqueado a su izquierda por el Collado de Saretas y a su derecha por el Collado de Pondiellos.
No es esta la única vía alternativa para flanquear la cresta que da acceso al Pico Arnales, ya que según he podido averiguar hay al menos otra que discurre más a la derecha y cuya pendiente es bastante más suave, aunque también es más larga. En cualquier caso nosotros fuimos improvisando, buscando una evidente canal que nos dejara bajo la mole de los Infiernos. Según nos aproximamos aparece un cordino para rapelar en bastante buen estado, parece que la cosa no va mal.
Bajamos de uno en uno por tramos para no tirarnos piedras. La destrepada no es muy complicada al principio, pero cuando se encajona aumenta la pendiente (II). Aparece un segundo cordino a la entrada del corredor más encajonado.
Hay que estar muy atento a los apoyos y asegurar muy bien manos y pies. La roca está muy descompuesta y además es bastante cortante. El tramo más complicado que encontramos fue una losa de unos 3 metros con escasos agarres (III-), aunque es justo aquí donde mejor roca hay. Una mirada atrás para reseñar un poco la bajada entre el laberinto de corredores.
Salimos hacia la izquierda según descendemos para llegar a un terreno de abundante roca suelta. Dejamos las mochilas puesto que subiremos y bajaremos para proseguir por la vaguada hacia el collado de Pondiellos. Para acceder al
Pico de Arnales (3.006 m.), recuperamos la cresta dirigiéndonos hacia el Norte hasta volver a la misma. A partir de ahí seguimos una senda difusa, aunque nosotros optamos por ir por la misma cresta. Ambiente muy bueno, trepadas en su mayoría fáciles y muy aéreas, para mi gusto de lo mejor de la ruta.
Ya tenemos a la vista de nuevo el Balneario de Panticosa:
Seguimos avanzando hasta el Pico de Arnales Sur, puesto que no teníamos claro cuál era "el bueno". Después supimos que es el primero de ellos y que el Arnales Sur no cumple con las características para ser considerado cota. Mirando atrás vemos perfectamente el recorrido realizado para llegar hasta la cima (amarillo) y la vía que va por la cresta y pasa por la brecha de III (azul). Viéndolo desde aquí se ve que evidentemente el cresterío es más directo, pero aun así creo que no es mala idea la vía que tomamos.
Una mirada hacia lo que resta de cresta. Nuestro siguiente objetivo es la Aguja de Pondiellos, a la cual subiremos por un corredor situado en la parte izquierda del espolón que baja desde la cima (zona de sol), pero antes hay que llegar al collado del mismo nombre (parte izquierda de la foto). Se puede bajar por la misma cresta de los Arnales, pero no lo vimos claro y preferimos ir por la vía más evidente y así evitar pasar por el Collado de Saretas.
Retrocedemos para bajar hasta las mochilas y enfilar la senda que nos deja en el Collado de Pondiellos. A la derecha según avanzamos van quedando los Ibones de Pondiellos.
De nuevo mirada atrás donde se puede ver el itinerario de bajada desde el Infierno Oriental. En la parte más baja de la línea amarilla fue donde dejamos las mochilas antes de subir al Pico Arnales.
Cerca ya del Collado de Pondiellos (4 horas con paradas desde la salida), donde giramos a la derecha buscando la falda que baja de la Aguja de Pondiellos.
Hay que localizar el corredor de piedra suelta que divisamos desde el Pico de Arnales. La entrada desde lejos no se ve muy bien, pero una vez encima es bastante evidente.
El corredor consiste en trepadas fáciles con piedra suelta (para variar). Vamos bastante juntos para evitar que una piedra pueda abrir la cabeza al que va detrás. Conforme ganamos altura aparecen las cimas del Circo de Gavarnie,
donde estuvimos hace menos de un mes.
El corredor nos deposita en un altiplano con una antecima justo a la derecha, pero hay que seguir buscando la cresta hasta llegar la cima que se ve al fondo.
Las vistas del macizo del Vignemale son espectaculares, con el Balneario de Panticosa visible otra vez.
Y quinta cima del día, la
Aguja de Pondiellos (3.011 m.), desde la cual estudiamos el ataque al siguiente tresmil: el Garmo Negro. Subiremos por uno de los corredores que se ven en frente.
Centenares de metros por debajo aparece el Embalse de Bachimaña y el refugio en construcción por el que pasamos el día anterior:
Esto es lo que llevamos recorrido de cresta (
clic para ver la foto sin editar):
En este punto hay que retroceder unos metros sobre nuestros pasos y acceder a un sendero en bajada bien marcado que nos deposita en una estrecha brecha, se gira a la izquierda hacia la vertiente de Panticosa, pero a los pocos metros vemos como no hay una salida directa si no perdemos altura. Es en este punto donde tenemos que mirar hacia la derecha y encarar la pared hacia el Garmo Negro por una evidente canal de piedra suelta (más de lo mismo), aunque aquí la calidad de la roca es algo mejor que en el pico anterior. En la siguiente foto tomada desde la mitad del corredor de subida se ve la cima de la Aguja de Pondiellos y se intuye la senda que baja hasta la brecha citada anteriormente.
Y ahora una foto hacia el punto donde se toma la trepada. Terreno no muy complicado (I+/II-), pero con roca que no inspira confianza. Mucho patio bajo nuestros pies. Me gusta.
Una vez en la cima del
Garmo Negro (3.051 m.), la imagen de la cara Sur de los Infiernos y el Balaitous se haca cada vez más vistosa. Llevamos 5 horas con paradas desde el Ibón Azul Alto.
Lo que queda por delante son tres tresmiles. Subiremos por el trazo amarillo y bajaremos por el trazo blanco para enfilar la bajada al Balneario de Panticosa.
Comemos algo en la cima y sin más bajamos por una de las sendas que descienden hacia el Collado de las Argualas. Desde aquí, y por una senda bien definida, subimos a por otro tresmil:
¡Y otro más!,
Algas Norte (3.032 m.). Ninguna complicación para llegar hasta aquí.
En pocos minutos y casi sin perder altura llegamos a la octava cima, el
Pico Algas (3.036 m.)
Desde aquí se baja bordeando la cresta por el flanco izquierdo según avanzamos, todo ello por una senda bien marcada. Luego se vuelve a la cresta, existiendo la opción de alcanzar la cima siguiendo la misma o bien por el flanco derecho. Nosotros optamos por la primera. Detrás quedan ya el Pico Algas (izquierda) y el Algas Norte (derecha).
Impresionante mole la del Garmo Negro. Cerca del ibón que queda debajo debemos pasar cuando bajemos.
6 horas después de salir completamos el cresterío con el tresmil número nueve, el
Pico de las Argualas (3.046 m.)
Ya con el cresterío en el bolsillo la bajada se hace más amena. Volvemos por donde hemos venido hasta que justo antes de volver a la cresta que nos conduce al Pico Algas tomamos un desvío a la derecha con clara tendencia descendente.
Vamos buscando un espolón que nos deja encima del ibón semi congelado que llevamos viendo un rato.
Vignemale siempre presente.
Pasamos junto al ibón y nos desviamos hacia la derecha para continuar por la vaguada de piedra suelta (hitos). En la foto se ve la senda que baja del Garmo Negro, que es la que debemos tomar.
Y ahora solo nos queda bajar hasta el Balneario de Panticosa por la zona de la Mallata.
Vista hacia arriba, donde ya queda el Garmo Negro.
La bajada engaña. Al verse desde arriba el Balneario de Panticosa parece que está al lado, pero nosotros invertimos casi 2 horas desde el Pico de las Argualas. Por suerte las vistas siguen siendo de escándalo.
Llegada de nuevo al balneario después de más de 8 horas de ruta. Cervecita en el refugio, esto hay que celebrarlo.
¡Hasta la próxima!
Ficha de la ruta:
Denominación: Cresterío de los Picos del Infierno - Picos de Argualas
Días: 2 (4 y 5-9-11). Aproximación a Ibones Azules + cresterío completo.
Tresmiles encadenados: 9
Duración con paradas: Balneario de Panticosa - Ibón azul alto (algo menos de 3 horas). Ibón azul alto - Pico de Argualas (6 horas aprox. sin conocer el camino. Si se conoce la ruta se ahorra bastante tiempo). Pico de Argualas - Balneario de Panticosa (2 horas aprox.).
Desnivel total: 2.050 m.
Dificultad: PD. Las mayores dificultades se encuentran en el tramo Infierno oriental - Arnales (destrepada) y en la trepada al Garmo Negro desde la Aguja de Pondiellos. En general, la dificultad reside en la inestabilidad del terreno más que en el grado de las trepadas/destrepadas.
Material: Crampones y piolet normalmente hasta bien entrado el verano. Casco muy recomendable, imprescindible para grupos numerosos. Si se opta por rapelar, cordino de 30 metros, arnés y descensor.
Observaciones: Cresta aérea pero sin grandes complicaciones técnicas, disfrutona y muy bonita. Mucha atención al terreno, está muy descompuesto. Hay que asegurarse dos veces antes de tirar de una roca cuando estemos trepando. En las destrepadas son habituales las caídas de piedras por lo que el casco es muy recomendable sobre todo en grupos medianamente grandes. Atención al abastecimiento de agua, por regla general no encontraremos arroyos desde poco más arriba del ibón azul superior hasta la bajada del Argualas hacia el Balneario de Panticosa. Si es posible es preferible aproximar la tarde anterior hasta los Ibones Azules, aunque puede hacerse en el día todo el recorrido si estamos preparados físicamente puesto que la duración en horas es razonable.
Mapa de la ruta (clic para ampliar):
