¡Hola chicos!
La verdad, si no me avisa un amigo (poco me paso por acá) ni me enteraba que soy el Assange de nevasport
.
Lo primero es lo primero:
Mil disculpas a los pocos foreros perjudicados que vieron publicadas sus direcciones de correo en mi mail "abierto". Cosas que algunos borregos nunca aprendemos: los mails a una lista de correos se mandan con copia oculta, siempre. Ese se me pasó, así que palos para mí, bien merecidos.
. Ya sabemos que nuestras direcciones de correo pululan por miles de listas de spam en la web, pero no tienen que hacerlo en una más por mi culpa.
Reconociendo una vez más el tremendo error de la lista de correos abierta, debo decir que Raúl no se quejó (y lo hizo por respuesta al remitente, no a toda la lista de correos) sino hasta que Sonic lo hizo de manera igualmente abierta como mi mail, y no era el primer correo que recibiera de argentina.nevasport. Si tuvo que reiterar su pedido fue porque efectívamente estaban incluídas dos direcciones suyas, las que no detecté a su primera solicitud.
Vamos ahora a lo doloroso, doloroso desde el alma y desde el sentimiento. Y me permitirán el "tocho" (como dicen uds.) porque debo describir sentimientos, más que situaciones.
Hace unas semanas, me junté a tomar un café con un par de amigos escritores, aficionado uno, profesional el otro. Este, última leyenda viva de las letras de mi provincia. Y me decían lo que desde mi humildísimo lugar de "contador de aventuras de nieve" (permítanme también la curiosa definición) sentía muy dentro mío: el que escribe, lo hace primero para sí mismo. Después, para sus seres queridos. Si además, tu obra interesó a alguien más, la vida te ha dado un regalo que justifica tus esfuerzos.
En efecto, mis artículos son también mis "hijos". Sí, los siento una creación que muestro orgulloso a los míos (hasta los partes de prensa los percibo así
). En esa "presentación en sociedad", de cada una de mis criaturas, elegí a, creo recordar, 102 amigos para hacerles la presentación en primera persona. Intenté por supuesto que fuesen personas a las que, por afinidad o intereses comunes (la nieve, por ejemplo), recibieran con agrado las "buenas nuevas" (o malas, a veces, pero todo hay que contarlo).
argentina.nevasport estará llegando por estos días a los 350.000 artículos leídos en sus dos años de existencia. 350.000 regalos de la vida que espero merecer. Hace dos días sumamos nuestro amigo 1.000 en facebook. Esto es un granito de arena insignificante en la inmensa playa que es nevasport, un monstruo al que le alcanzan apenas unos pocos días para sumar una cantidad tan nimia. Pero también esos números dan muestra de lo cuasi testimonial de aquellos 102 mails.
No necesito vender (soy el único responsable de argentina.nevasport) lo que no me interesa que se compre. Por eso argentina.nevasport no hace publicidad, no obstante pedidos de cotización que he tenido durante este tiempo, y que le constan entre otros al mismo Pepe (bueno, en el artículo de hoy se "deslizó" por primera vez una
, pero porque son amigos). Luego, no hago publicidad de argentina.nevasport por ninguna vía, incluído el spam.
Allá por Mayo-Junio de 2010 hacía mis primeras armas en nevasport. El html era algo que con suerte lograba pronunciar de corrido y sin cambiar el orden de las letras. Igual de misteriosas resultaban la herramientas a utilizar para dar vida a esos artículos que se convertirían en el blog de Argentina en nevasport. Pedí ayuda de manera casi desesperada, y una mano desisteresada me prestó su apoyo para esos primeros duros momentos:
Raúl Asturias, que se comunicó conmigo desde sus dos direcciones de correo electrónico, en tres o cuatro ocaciones.
Y entonces, ya montado el blog, nevasport me dió la oportunidad también de poder devolver algo de lo que la comunidad nevasportiana me daba y seguiría dándome hasta estos días. Había llegado el momento de ayudar, en la medida que mis limitadas posibilidades me lo permitieran. Recibí un mail de un colaborador de prestigiosa revista de nieve, el cual, interesado en realizar una nota sobre Las Leñas, me consultaba sobre las posibilidades de obtener algunas facilidades lógicas para el cumplimiento de su tarea. Se hicieron no pocas gestiones, lamentablemente infructuosas. Aún lo siento como un fracaso personal. Y
así llegó a mí la dirección de correos de Sonic.
Mi error entonces, fue creer que tenía 102 "amigos", cuando "solo" tenía 100.
Un abrazo a todos.
